Durante la noche del sábado 3 de junio, se registró un asesinato en La Plata. La víctima, identificada como Pablo Damián Ravaneira, de 34 años, fue acorralado por una banda, quienes lo golpearon y apuñalaron. La madre del hombre denuncia que los culpables siguen sueltos y “caminan por el barrio”.
Ocurrió en la esquina de la calle 6 y 471, mientras el platense se dirigía a lo de su padre, quien cumplía años. En esa oportunidad, se cruzó con el grupo de hombres, a quienes la mamá de Ravaneira describió como “una patota conocida por su comportamiento violento y falta de respeto a los vecinos”.
Los supuestos implicados continúan en libertad, salvo uno de ellos; en tanto, aún no se dieron a conocer los motivos del ataque. Según informó 0221, se trató de cinco hombres que persiguieron al asesinado, lo acorralaron en su propia casa, lo golpearon y apuñalaron.
Fue llevado de urgencias a un hospital, donde no pudieron salvarlo; a pesar de los esfuerzos médicos, el cuadro de salud de la víctima era muy delicado. Debido a las heridas provocadas aquella noche, perdió la vida.
A un mes del asesinato, su madre pide justicia
El lunes 3 de junio se cumple un mes de aquella trágica noche. La madre de Ravaneira, Doris, reclama justicia en su nombre: “A él lo mataron entre cinco personas, hoy cuatro están libres. Lo interceptaron, lo golpearon, lo persiguieron, hicieron de todo. Hasta lo siguieron a la casa y lo mataron a golpes y de una puñalada”.
Según contó a TN, “Pablo pasó por ahí y se convirtió en el blanco de su ira”. Entonces, añadió: “No los conocía, solo los había visto de lejos, nunca se relacionó con ellos, y no sabemos por qué decidieron matarlo”.
Si bien en un principio los cinco habían quedado en manos de la Justicia, cuatro de ellos fueron liberados por el Juez de Garantías N° 1, Guillermo Atencio, a pesar de la solicitud del fiscal para su prisión preventiva.
“Los asesinos de mi hijo caminan como si nada por el barrio, como si nada hubiera pasado. Van al jardín con sus hijos, van a la escuela, llevan una vida normal”, lamentó Doris.