Un grupo de científicos del CONICET en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas "Dr. Jorge J. Ronco" (CINDECA, CONICET-UNLP-CICPBA) en colaboración con la Universidad del Valle (Cali, Colombia), lograron desarrollar un método para potabiliza el agua subterranea.
Se trata del primero en integrar sistemas para la eliminación simultánea de contaminantes químicos y microbiológicos en napas subterráneas. El mismo es un prototipo que se alimenta de energía eléctrica y cuya descripción fue publicada recientemente en la revista Solar Energy.
El trabajo se realizó a partir de un relevamiento en una zona rural de Colombia y el próximo paso es adaptar el equipo a las condiciones que existen en Argentina.
"El problema de calidad y acceso al agua potable por parte de comunidades aisladas es el mismo en ambos países: como su principal fuente económica es la agricultura, utilizan gran cantidad de pesticidas muchas veces sin control, y además tampoco tienen cubierto el saneamiento básico, con lo cual las excretas humanas pueden llegar a las napas", relató Julián Rengifo Herrera, investigador adjunto del CONICET en el CINDECA.
Por su parte, también contaron que "el proyecto se inició hace cuatro años con la idea de desarrollar tecnologías novedosas que ayuden a estas poblaciones a obtener agua de buena calidad para beber, combatiendo la contaminación de dos tipos: agudo, es decir por presencia de microorganismos patógenos; y crónico, producida por residuos del uso de pesticidas. Eso se fue logrando por etapas y lo que se publicó ahora son los resultados de las pruebas de eficiencia del prototipo utilizado en el terreno, que vendría a ser la cúspide del proceso",
El equipo funciona con la combinación de dos técnicas convencionales de potabilización: la filtración y la cloración. El filtro de arena rápido –pasaje del líquido por un medio poroso– retiene gran parte de las bacterias, pero no todas. Luego, actúa el efecto de la radiación solar.
"La idea es interferir lo menos posible, entonces en este punto lo que hacemos es adicionar agua oxigenada para ayudar a potenciar diferentes procesos naturales que de todos modos se desatarían por la sola exposición del agua a luz del sol", explica Rengifo.
Y agregó: "Es un método conocido que está dentro de lo que se denomina 'procesos avanzados de oxidación', para aumentar la obtención de agentes oxidantes, es decir de compuestos que inactivan o destruyen todo lo que sea orgánico: ataca a las moléculas y las degrada".
Lo que sigue es la incorporación de cloro que, a diferencia de la filtración y la radiación, tiene un efecto residual, es decir que continúa afectando a los microorganismos por algún tiempo.
“Pero hay que tener cuidado porque, si se lo emplea con mucha frecuencia, genera unos subproductos de la desinfección llamados trihalometanos, que pueden ser cancerígenos”, continua Alvear Daza. El sistema se alimenta a través de una celda fotovoltaica, un dispositivo electrónico que transforma la energía solar en eléctrica. Además de paneles solares, también trae acoplada una lámpara para cuando baje la intensidad de la luz natural.
Fuente: 0221.