En base a una acusación impulsada por el fiscal federal Ricardo Toranzos, cuatro personas, entre ellas una oficial de la Policía de Jujuy, fueron imputadas con prisión preventiva por el delito de transporte de estupefacientes. Los acusados -miembros del “Clan Caucota”, con domicilios en Perico y Monterrico- fueron detenidos el jueves 24 en un hotel del barrio porteño de Balvanera, en el marco de una causa que investiga el tráfico de cocaína desde Bolivia, que luego era trasladada hacia la Ciudad de Buenos Aires para ser distribuida a revendedores locales.
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El pasado jueves por la mañana oficiales de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanaron en CABA un hotel en cuyo estacionamiento incautaron 21 kilos de cocaína, dos vehículos, dinero en efectivo y detuvieron a tres personas. En tanto por la tarde, en territorio jujeño otros miembros de la fuerza concretaron cuatro allanamientos -tres en Perico y uno de Monterrico, ciudades ubicadas unos 40 km al sur de San Salvador de Jujuy-, donde secuestraron una balanza, un auto, teléfonos celulares y otros elementos de prueba.
Voceros de la PSA dijeron que mediante la pesquisa, que comenzó a mediados de 2021, se pudo confirmar la existencia de este grupo delictivo integrado por tres hermanos oriundos de Perico, que se proveían de la sustancia en La Quiaca, ciudad limítrofe con Bolivia, 284 km al norte de la capital provincial, y en San Ramón de la Nueva Orán (Salta).
Luego trasladaban la droga hacia Buenos Aires oculta detrás de los asientos de los rodados en que viajaban, empleando además un auto “barredor” por delante para cerciorarse la ubicación de los controles en las rutas y así poder evitarlos.
¿QUIÉNES SON EL “CLAN CAUCOTA”?
La imputación, presentada ante el juez federal de Garantías n° 1 de Salta, Julio Bavio, se extendió a los hermanos Jairo y Cristian Caucota, César Ríos Alfaro y Gabriela Torres.
“El resultado de la investigación visibilizó la dinámica federal del narcotráfico”, sostuvo el director nacional de la PSA, José Glinski, y respecto del caso respondió que “efectivamente, se advirtió un movimiento interjurisdiccional de las actividades desplegadas por esta organización, ratificando circuitos tradicionales de envío de cocaína en un sentido norte-sur. Lo sugestivo fue la dimensión logística para realizar el traslado del cargamento ilícito, contando entre sus filas con actores encargados de establecer diagnósticos sobre los controles policiales como una forma de reducir los niveles de incertidumbre del contexto”.
POR UNA DENUNCIA ANÓNIMA
Por su parte el fiscal Toranzos explicó que la investigación fue iniciada por esa área en junio del año pasado a partir de una denuncia anónima realizada en la Unidad Operacional de Control del Narcotráfico y Delitos Complejos del Norte, de la PSA.
Como resultado de las investigaciones, tanto de vigilancia, seguimiento y escuchas telefónicas, la fiscalía pudo identificar a los imputados como integrantes del “Clan Caucota”, quienes ostentaban bienes que no eran proporcionales a sus actividades laborales, señalaron colaboradores del fiscal.
En cuanto a detalles del operativo desplegado esta semana, Glinski comentó que mediante intervenciones telefónicas, los investigadores determinaron que los sospechosos estaban viajando hacia Buenos Aires, por lo que se montó vigilancia en el lugar que habitualmente era utilizado por la banda para pernoctar, el hotel en el barrio Balvanera.
A su vez el fiscal relató que el domingo 20 de febrero los acusados pusieron en marcha un plan para el transporte de un importante cargamento, el cual partió de Perico en una camioneta Volkswgen Amarok conducida por los hermanos Caucota.
TAREAS DE INTELIGENCIA EN LA RUTA
Buscando garantizar el éxito de la maniobra, a lo largo del recorrido los narcotraficantes cruzaban llamadas telefónicas con otros implicados y en especial con Ríos Alfaro y Torres, su pareja, que viajaban adelante en un automóvil Renault Fluence, como “coche puntero”.
De esa manera la “avanzada” alertaba a los hermanos Caucota sobre todos los controles apostados en la ruta. “Hacían una evaluación de riesgo de cada puesto y así recomendaban detenerse e incluso esperar hasta el día siguiente, con tal de evitar ser descubiertos”, apuntaron fuentes de la investigación.
En la madrugada del 24 de febrero los ahora acusados llegaron sin inconvenientes hasta el hotel donde siempre se hospedaban. Pero las instalaciones ya eran vigiladas por otro grupo de efectivos de la PSA, quienes confirmaron el arribo de los dos rodados.
Como resultado de los procedimientos, los efectivos de la PSA detuvieron a los tres hombres e incautaron 21.171 gramos de clorhidrato de cocaína; 41.450 pesos; una camioneta pick up y dos autos; 104 gramos de semillas de cannabis y una balanza. También decomisaron 14 celulares, tarjetas y numerosos chips telefónicos, seis pendrives, una tableta y profusa información para la causa.
Varios de los teléfonos incautados y el dinero estaban en poder de Torres, quien viajaba con dos hijos menores de edad, uno de ellos un bebé.
El fiscal solicitó la prisión preventiva de los hermanos Caucota y Ríos Alfaro, pero en cuanto a la mujer policía, Toranzos tuvo en cuenta la condición de tener hijos menores a su cargo, por lo que solicitó otras medidas restrictivas de la libertad, entre ellas la de presentarse periódicamente ante la dependencia policial más cercana y la prohibición de salir del país y de su provincia.
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“La conexión con Buenos Aires ratifica la dimensión económica del delito” cometido por la banda, hizo notar Glinski.
“En esta jurisdicción se delimitan los mercados de consumo y es donde se genera la rentabilidad del negocio. Es dable destacar que para contrarrestar la dinámica geográfica de la organización, la PSA logró una efectiva articulación interna entre sus secciones especializadas de investigación criminal. No obstante, al encontrarse en proceso de investigación, aún no podemos establecer si parte de la cocaína tiene un destino internacional”, acotó.