Cuando de a poco el carnaval 2019 se va despidiendo y mientras -como buen anfitrión que es- atendía todos los detalles de los festejos en su pueblo, el director de Turismo de Purmamarca, Alberto Castagnolo, en coloridas pinceladas relató a Vía Jujuy cómo se vive esta tradicional celebración en ese punto de la Quebrada de Humahuaca.
"En Purmamarca el carnaval empieza con el Jueves de Ahijados, después vienen el Jueves de Compadres, el Jueves de Comadres y ahí nomás el fin de semana en el que la característica de Purmamarca es que los ´desentierros´ son desde el viernes hasta el domingo. Luego el lunes tenemos las ´invitaciones´ y completamos con el Martes de Chaya".
Actualmente son nueve las comparsas y agrupaciones de Purmamarca. "La mayoría están en el pueblo, pero también tenemos comparsas en Chalala, en El Molino y en El Moreno", detalla Castagnolo, y agrega un componente interesante: "El Jueves de Ahijados se reúnen las agrupaciones o comparsas que arman los hijos o los nietos" de los "comparseros", mayores, y así, por ejemplo, la agrupación "Los Auténticos Chanca Chanca" tiene "Los Chanca Chanquita", y "Los Corazones Alegres" tiene "Los Corazones Alegritos".
En tanto, el Jueves de Comadres la agrupación "La Salamanca" se reúne a las tres de la tarde, convida con bebidas típicas como chicha, aloja, saratoga "y con un grupo de anateros se dirigen al mojón para 'chayarlo', pero no sacan los ´diablos´ todavía. No se saca los ´diablos´ antes del desentierro", avisa el entrevistado.
Es que "los desentierros empiezan el viernes", comenzando la comparsa "La Flor del Durazno" en el paraje Quisquiri, mientras que "el sábado tenemos varios desentierros" y en todos los casos "los mojones están al pie del cerro Siete Colores".
En Quisquiri la comparsa invitó a la comunidad con "un rico picante de mondongo", acota. "Las familias, los simpatizantes, llegan también con sus donaciones, con serpentina, con papel picado, talco y bebidas para chayar el mojón antes de desenterrar al Pujllay".
"Este ´desentierro´ siempre es como a las cuatro y media, cinco de la tarde, y continúan en el salón de la familia Puca, donde se realiza el baile. Todo es comunitario -apunta Castagnolo-, no se lucra con el carnaval", advierte a la vez.
El sábado se suceden los "desentierros" en el cerro Siete Colores "desde las dos de la tarde y hasta las ocho de la noche. Las comparsas lo hacen en diferentes horarios para no superponerse porque después continúan bailando por las calles del pueblo".
Por su parte, el domingo a las 14:00 y a las 16:00 respectivamente "hacen sus ´desentierros´ la comunidad de la comparsa los ´Chala Chala´ y la agrupación ´Los Alegres de El Molino´. Los dos están a unos tres kilómetros del pueblo".
Llegado el lunes, diferentes familias del pueblo invitan a las comparsas y agrupaciones a celebrar con ellas, y así, por ejemplo, "es una tradición de la familia Chañi recibir los Lunes de Carnaval a la agrupación La Salamanca. La familia hace una invitación de almuerzo a toda la agrupación", indica Castagnolo.
"Según la costumbre -describe entonces-, se enflora el salón, se ornamenta con chacras la entrada. Al ingresar se saluda a cada uno de los integrantes, se le sirve la ´vacuna´, que es una bebida fuerte que se convida" al visitante. "Luego de eso se le coloca el souvenir y la serpentina, se lo entalca y así puede entrar al almuerzo".
En cuanto al menú, "este año se sirvió mote de maíz con papa y asado de carne de llama. También hubo sopa", detalló, a la vez de destacar que "hay un grupo de la familia que se encarga de esto, que se hace al horno de barro", remarcó.
Cuando se retira los platos "las copleras con sus cajas hacen la ronda y se pasan copleando durante toda la tarde".
Mientras tanto, "afuera en la calle se clausura las esquinas y con una orquesta bailan y acompañan el Lunes de Carnaval todos los simpatizantes y los turistas, que pueden disfrutar en familia" del animado festejo popular.
En esto, un aspecto importante es que para estas reuniones particulares, por razones de seguridad “los permisos que extiende la Seccional 57 de Policía, que está encargada del orden, son hasta las 21:00”. Para después de esa hora se organiza bailes en diferentes locales del pueblo.
En el Martes de Chaya la tradición manda "chayar" -ritual que consiste en adornar con flores y serpentinas, rociar con bebidas, arrojar talco y sahumar- "los autos y todo lo nuevo que se obtuvo durante todo el año -ilustra Castagnolo-. Se hace en agradecimiento a la Pacha (Madre Tierra) por los frutos, por toda la producción que se obtiene, que se cosecha. Esa era la tradición en el carnaval de antes" y que aún se mantiene.
El último capítulo del tiempo carnavalero es el del "entierro" del Pujllay, el simpático "diablito de la alegría", que en Purmamarca se vive desde este fin de semana con un calendario que comenzó el viernes en Quisquri con la ceremonia de "La Flor del Durazno", continúa este sábado 9 y domingo 10, para concluir el próximo fin de semana con los "entierros" de las últimas tres comparsas.