El Chef Francis Mallman estuvo a cargo del almuerzo ofrecido por la Primera Dama de Argentina Juliana Awada, en Villa Ocampo, agasajando de esta forma a las Primeras Damas del G20. Entre los chef que acompañaron al ya reconocido Mallman, se destacan Fernando Trocca, Guido Tassi y Javier Rodríguez.
La opción elegida para este banquete y agasajo, fue más allá de la imaginación de las comensales, invitadas de honor: platos bien argentinos e identificados por lo sabores y por la utilización de productos emblemas de cada zona.
Una entrada de canapés permitió luego destacar los sabores norteños y cuyanos, sobresaliendo nuestras excelentes empanadas JUJEÑAS, orgullo de todos nosotros.
Sabemos y conocemos el cariño de nuestro Presidente y la Primera Dama por nuestra tierra jujeña, heroica y guerrera, por lo que celebro la acertada combinación de sabores por parte de los chefs, que realizaron un viaje culinario por nuestro país, llevando a las invitadas por un recorrido de norte a sur y de este a oeste.
Y para dar brillo a nuestra zona norte, degustaron las humitas con el fresco y tradicional aroma a albahaca.
Los aromas de nuestra gastronomía, cultura viva, inundaron el salón y esto me trae al recuerdo las "empanadeadas" en familia, en donde la abuela a cargo del fogón distribuía el trabajo y organizaba la tarea para cada uno de nosotros.
Bajo su impecable mirada enseñaba a sus hijas y nietos la elaboración de esa masa que daría forma a la tan deseada y esperada empanada frita. Mientras, por otro lado la cocina ya se impregnaba con el olor del sofrito, abriendo el apetito de todos los invitados al banquete familiar.
Con todo esto no podía faltar la música de fondo, que acompañaba nuestros domingos, o una copla improvisada de la abuela feliz de tener la familia reunida.
La carne cortada a cuchillo se fogoneba en la olla y el recado tomaba forma y sabor con sus arvejas, papas, huevos y verdeos. Luego venía la realización del repulgue de la empanada jujeña, un arte no apto para cualquier mano inexperta.
La olla de aceite esperaba ansiosa dorar las empanadas, que una vez listas, con tanto cariño se ponía en la mesa como entrada para el plato principal.
Por estas vivencias ligadas a mis más íntimos recuerdos de la infancia y por el amor profundo que tengo por la cocina tradicional andina, estoy más que orgulloso como cocinero, que nuestras empandas hayan estado presentes en este importante recibimiento internacional.
(*) Chef jujeño de vasta trayectoria. Reconocido formador y difusor de la cocina tradicional andina.