Un hombre fue condenado a 18 años de prisión por haber secuestrado, torturado y abusado sexualmente de su expareja en enero de 2018 en la ciudad de Monterrico.
La sentencia del Tribunal en lo Criminal N° 2 de Jujuy, que presidió para este trámite el juez Luis Ernesto Kamada, recayó sobre Pablo Jesús Catari, quien fue encontrado culpable de los delitos de "tortura, privación ilegítima de la libertad y abuso sexual en concurso real".
La decisión fue adoptada por el Tribunal de manera unánime, luego de analizar las declaraciones escuchadas en el debate oral y por las pruebas halladas en el lugar donde Catari mantuvo cautiva a su expareja.
"Este es un fallo ejemplar", señaló el fiscal de la investigación Diego Cussel sobre la condena al acusado, al indicar que el Ministerio Público Fiscal "pudo demostrar acabadamente cuáles fueron los hechos que determinaron las torturas sufridas por la víctima".
Cussel afirmó que "todo se acreditó con informes médicos, donde se detallaron una a una las lesiones que tenía la víctima, sobre todo las marcas de ataduras en muñecas y pies", y añadió que en el allanamiento "se secuestró el cordón atado a la cama, un encendedor, un punzón, un martillo, y todos esos elementos sirvieron para acreditar los dichos de la víctima".
La fiscalía "llegó a juicio, desarrolló los alegatos, sostuvo la acusación y demostró acabadamente uno por uno los hechos de tortura que le provocó a la víctima, como que también que fue privada de su libertad y abusada sexualmente", reiteró, finalmente.
Los hechos comenzaron el 30 de enero de 2018, cuando el condenado encontró a su expareja -cuya identidad se preserva- en la calle y a la fuerza la subió a un automóvil, en la zona de un canal de riego de la ciudad de Monterrico, ubicada a unos 38 kilómetros de San Salvador de Jujuy.
Según la investigación, el hombre la llevó al lugar donde residía, la encerró en una habitación y comenzó a torturarla, causándole lesiones de gravedad por propinarle golpes de puño y con un martillo.
La víctima fue torturada a lo largo de una semana desde ese día hasta el 6 de febrero, sufriendo quemaduras y heridas con un punzón.
Además, Catari le rapó el pelo y la abusó sexualmente en repetidas ocasiones, mientras que la mujer estuvo atada de manos y pies con cordones a una cama.
Luego de una semana de sometimiento, la víctima logró escapar del lugar y posteriormente denunciar ante la Policía y la Justicia los hechos sucedidos.
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