En Italia, se produjo el primer suicidio asistido mecánicamente de ese país, y la persona implicada fue Federico Carboni, un hombre de 44 años tetrapléjico, quien reconoció que estaba “al límite mental y físico”.
Así, este hombre expresó su lamento por “despedirse de la vida” en sus últimas palabras, instantes antes de que su vida se extinguiera este mismo jueves.
El suicidio asistido mecánicamente se dio a raíz de una sentencia del Tribunal Constitucional de 2019, que le dio lugar a Carboni a decidir acerca de discontinuar su existencia.
El fallecimiento fue confirmado por la asociación Luca Coscioni, que está dedicada a la defensa de la legalización de la eutanasia.
Cómo fue el suicidio asistido mecánicamente en Italia
Para el mes de febrero, Carboni consiguió el fármaco que acabaría con su vida, por parte de las autoridades, pero fue él mismo quien debió pagarlo, con un costo de casi U$S5.230.
Cabe mencionar que este hombre estaba paralizado hacía 10 años. Su muerte fue controlada por el anestesista Mario Riccio, y en todo momento estuvo presente su familia, amigos y también activistas de la mencionada asociación.
En sus últimas palabras, Carboni expresó: “No niego que lamento despedirme de la vida, sería falso y mentiroso si dijera lo contrario porque la vida es fantástica y solo tenemos una. Pero lamentablemente no ha sido así. He hecho lo posible para intentar vivir lo mejor posible y recuperar el máximo de mi discapacidad, pero ya estoy al límite mental y físico”.
Y luego manifestó: “Soy consciente de mis condiciones físicas y de las perspectivas futuras y, por lo tanto, estoy totalmente sereno y tranquilo sobre lo que haré. Con la Asociación Luca Coscioni nos hemos defendido atacando y hemos atacado defendiéndonos, hemos sentado jurisprudencia y un pedacito de historia en nuestro país. Me siento orgulloso y honrado de estar a vuestro lado. Ahora por fin soy libre de volar donde quiero”.
