El conflicto que China mantiene con Taiwán se vio a avivado este martes con la llegada de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ya que el Gigante Asiático toma la visita como una provocación. China considera a la isla de Taiwán, que tiene un gobierno autónomo y régimen político democrático, una provincia rebelde, por lo que cualquier gesto es considerado como “sentar postura”.
La líder demócrata había sido advertida por China sobre el grave error que significaría pisar suelo taiwanés, pero llegó a Taipei sin haber confirmado con anterioridad su viaje a la isla. Antes de que se supiera su destino, China repitió su advertencia, asegurando que “Estados Unidos cargará con la responsabilidad y pagará el precio” si la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense visita Taiwán.
A horas de la visita, la página del gobierno de Taiwán quedó fuera de servicios por un ciberataque. Y el columnista de The New York Times, Thomas Friedman consideró el viaje a Taipei algo completamente imprudente. Pelosi se convirtió en la más alta funcionaria estadounidense en visitar Taiwán desde su predecesor Newt Gingrich en 1997.
Portaaviones: el gesto intimidatorio de China
Ante el polémico contexto, China sacó de sus bases y puso a navegar en la región a sus dos portaaviones, en una zona considerada una de las calientes del mundo, donde un pequeño error de cálculo puede llevar a un desastre.
El portaaviones Liaoning dejó su base en el puerto de Qingdao (provincia de Shandong, este) el domingo, mientras el Shandong zarpó el lunes desde el de Sanya (provincia de Hainan, sur) acompañado por un buque anfibio de asalto. Por eso, Estados Unidos también puso en alerta al portaaviones Ronald Reagan y su grupo de ataque, ubicado este martes cerca de Taiwán, en el Mar de Filipinas, al este del Canal Bashi.
Días atrás, el presidente Joe Biden, quien estaba en desacuerdo con el viaje de Pelosi, conversó durante dos horas con Xi Jinping, que le advirtió al norteamericano que “no jugara con fuego”.
Por su lado, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, afirmó que “el abuso de confianza de Estados Unidos sobre la cuestión de Taiwán es despreciable”.
La gira de Pelosi por Asia
Pelosi, de 82 años, llegó el martes a Malasia, donde se reunió con el primer ministro y el presidente de la cámara baja del Parlamento, en la segunda etapa de su gira en Asia tras pasar por Singapur. Luego visitaría Corea del Sur y Japón, pero la sorpresiva visita a Taiwán es lo que acapara la atención.
“Estamos comprometidos en un amplio abanico de discusiones sobre la manera de lograr nuestros objetivos comunes y hacer segura (la región) Indopacífico”, dijo la presidenta del Congreso.
Rusia también expresó el martes su “solidaridad absoluta” con su aliado chino, teniendo en cuenta también que Beijing se negó a condenar la invasión rusa de Ucrania. “Todo lo que está relacionado con esta gira y una posible visita a Taiwán es una pura provocación. Esto agrava la situación en la región y aumenta las tensiones”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Desde la Casa Blanca, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que Pelosi “tiene derecho” a llevar a cabo esta visita, aunque mantienen su preocupación al respecto. “No hay motivo para que Beijing convierta una visita, congruente con la política estadounidense de hace tiempo, en un tipo de crisis”, añadió.
Kirby citó informes de inteligencia según los cuales China prepararía posibles demostraciones de fuerza militares que podrían incluir el disparo de misiles al estrecho de Taiwán o incursiones a “gran escala” en el espacio aéreo taiwanés.
Desde el ministerio de Defensa de Taiwán aseguraron que el territorio está “decidido, capaz y confiado” en que podrá proteger a la isla de las crecientes amenazas de China.
Kirby recordó que Pelosi viaja en un avión militar y que si bien Washington no teme un ataque directo, sí “eleva los riesgos de un error de cálculo”.
Cuál es la política de Estados Unidos sobre Taiwán
Kirby señaló que la política estadounidense no ha variado con respecto a Taiwán: apoya al Gobierno autónomo taiwanés al tiempo que reconoce a Beijing por encima de Taipéi y se opone a una declaración formal de independencia de parte de Taiwán o una toma por la fuerza de parte de China.
Por su parte, el Gobierno taiwanés se ha mantenido cauteloso sobre la cuestión. Los 23 millones de habitantes de Taiwán viven con el temor de una invasión china, una situación que se ha agravado bajo el mandato del presidente chino Xi Jinping.
Este lunes, el embajador chino en la ONU, Zhang Hun, calificó la visita de Pelosi de “muy peligrosa, muy provocadora”.
Para respaldar su mensaje, el ejército chino difundió el lunes en internet un video de tono marcial que muestra a soldados gritando listos para la lucha, combatientes despegando, paracaidistas saltando de un avión o una lluvia de misiles que aniquilan varios objetivos.