Si bien no llegó al nivel más alto de alerta, el volcán Popocatépetl sigue preocupando a todo México. El fenómeno, que se encuentra en la triple frontera de Estado de México, Morelos y Puebla, está liberando gases y cenizas que ya alcanzaron varias localidades del centro del país.
El pasado sábado, las fumarolas obligaron a suspender temporalmente las operaciones en los dos aeropuertos que sirven a Ciudad de México. Según el más reciente informe del Centro Nacional de Prevención de Desastres todavía expulsa vapor de agua, gases y cenizas.
A la vez, también se registraron dos explosiones y un temblor, una señal sísmica asociada al movimiento de fluidos al interior del volcán.
“Ha bajado su intensidad, es menos también la ceniza que emite (...), estamos pendientes día y noche, que no haya alarma, nosotros estamos velando”, comentó este martes el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El nivel de alerta hasta el domingo había sido de “amarillo fase 2″ y fue elevado a 3 el domingo. Esto se debió a la actividad que podía afectar la aviación y a poblaciones incluso alejadas por el lanzamiento de fragmentos. Es el nivel previo al rojo de alta peligrosidad, dividido también en dos fases.
Cómo es vivir cerca del volcán
“Anoche ya dormí un poquito mejor porque los otros tres días a la casa le vibraban las ventanas, la puerta y pues el ruido como que sí alarmaba”, consignó a AFP Francisca de los Santos, una vecina de 56 años que vive en la localidad de Santiago Xalitzintla, en el estado de Puebla, donde se registra caída de ceniza.
La mujer y la mayoría de los habitantes están usando cubrebocas para prevenir afecciones respiratorias por inhalación de los deshechos del llamado “Popo”.
“Ya estamos acostumbrados, pero siempre nos asusta un poco”, asegura y comenta que esta vez el volcán “estaba saque y saque lumbre”. De todos modos, expresó que no piensa abandonar su casa.
Cuándo comenzó la actividad del volcán
El volcán incrementó su actividad la noche del pasado viernes con exhalaciones y explosiones moderadas, acompañadas de emisión de ceniza y fragmentos incandescentes en las cercanías del cráter.
Ante esa situación, el sábado fueron suspendidas durante algunas horas las operaciones en los aeropuertos Benito Juárez y Felipe Ángeles, así como en el de Puebla, la región más afectada por la ceniza.
El proceso eruptivo del Popocatépetl se reactivó en diciembre de 1994. El incremento de la alerta obligó a autoridades y organismos de socorro a preparar personal, equipos de evacuación y albergues ante una eventual emergencia.