Un trabajador de una empresa de informática fue despedido luego de haber ideado un “plan” organizado para no trabajar: se llamó por teléfono a sí mismo más de 190 veces al día para ocupar la línea y que otras llamadas entrantes sean derivadas a sus compañeros.
La identidad del hombre es reservada. Trabajaba en una empresa de soporte informático desde mayo de 2019. Por pandemia, había acordado hacer home office hasta la actualidad. Su trabajo consistía en atender los llamados de clientes que pidieran soporte.
Para evitar trabajar y lidiar con los usuarios, el empleado en cuestión ocupaba su línea personal para auto llamarse y que nadie pudiera comunicarse. Según explica un expediente judicial, el trabajador realizó más de 190 llamadas a su propio número para evitar que ingresaran al sistema las solicitudes de los clientes de la firma. Su estrategia era ocupar la línea para desviar las consultas a otros trabajadores.
La compañía, al advertir lo sucedido, despidió de inmediato a dicho empleado. La empresa decidió tomar por vía legal el caso ya que “esta actitud no fue un hecho puntual, sino que lleva repitiéndose continuamente mes tras mes, y con distintos intervalos de duración de esas llamadas” por lo que alegó a “fraude, deslealtad y abuso de confianza en las gestiones encomendadas” como lo expresa dicho expediente.
El hombre inició el juicio y un Tribunal Superior, este jueves, le dio la razón a la empresa y señaló que el despido es “proporcional a la gravedad de los hechos cometidos”.