Brasil está sufriendo una catástrofe meteorológica. Las incesantes lluvias azotaron el noreste del país y hubo miles de pérdidas materiales por la violenta inundación. Se registraron al menos 18 muertos.
El foco de la tormenta se posó en el estado de Bahía. El brutal avance de las precipitaciones generó el derrumbe de la represa de Iguá, cercana a la ciudad de Vitoria da Conquista: ordenaron evacuar a todos los habitantes de la zona.
Según los últimos datos que arrojó el gobierno local, se registraron 18 muertes, 286 heridos y dos desaparecidos. Fueron evacuadas más de 19 mil personas y 16 mil perdieron su casa.
Fueron 72 municipios de Bahía los que se declararon en estado de emergencia: 58 de ellos, en “situación de crisis” por sus complejidades de abastecimiento y accesos.
Una tragedia gigantesca
Así lo definió Rui Costa, gobernador de Bahía. La alarmante situación que vive una gran parte de Brasil tiene al país alerta para su rápida acción.
“Es una tragedia gigantesca. No recuerdo en la historia reciente de Bahía que haya pasado algo de estas proporciones. Es realmente aterrador el número de casas, calles y localidades que están bajo el agua”, comentó el gobernador en Folha de San Pablo.
Los estados vecinos a Bahía, tales como San Pablo, Espírito Santo y Sergipe, colaboraron con sus servicios de bomberos y aeronaves para una mejor evacuación.