El calor extremo y la sequía sin precedentes afectará de manera notoria las cosechas, a la vez que los insumos alimentarios están en precios récord. Además, caerá la capacidad de generación eléctrica.
Las temperaturas siguen preocupando, especialmente al sur de Europa, donde desde hace días hace más de 40°C: España tocó los 43 y Portugal el jueves pasado llegó a 47. En el norte, se rondan los 40 en este principio de semana.
Además, miles de hectáreas arden en Portugal, Grecia, España, Italia y el sur de Francia debido a los incendios forestales y la falta de lluvia. La Comisión Europea adviertió que podría pasar lo mismo en Bélgica, los Países Bajos o Alemania. En el valle del Po, en el norte de Italia, prácticamente no llovió en más de 200 días: el país declaró el estado de emergencia.
Los grandes ríos de Europa tienen caudales reducidos y muchos pequeños afluentes son apenas un chorro de agua. Según el Servicio de Cambio Climático de Copérnico (la agencia europea de satélites) el continente está “en una sequía sin precedentes”.
Temperaturas récord en Reino Unido
El Reino Unido registró este martes su día más caluroso, con una temperatura récord de 39,1°C, pero se espera que el termómetro suba más, según cifras provisionales facilitadas por la Oficina de Meteorología del país.
Los 39,1°C en la localidad de Charlwood, al oeste de Londres, hizo que el país supere el último récord de 2019, con 38,7 grados.
Gran parte de Inglaterra está en alerta roja por la ola de calor, mientras que el resto del territorio del Reino Unido permanece en ámbar, un nivel inferior al rojo, por las elevadas temperaturas. Estas temperaturas son “excepcionales” ya que pueden tener impacto “en las personas y la infraestructura”, comentaron.
Las autoridades pidieron a la población que mantenga un alto nivel de hidratación, que cierre las cortinas de casa y no se exponga al sol en la mitad del día, y también que evite viajar a menos que sea absolutamente esencial.
En Londres, Transport for London (TfL) pidió que la gente no viaje a menos que sea esencial, ya que anticipa cancelaciones y retrasos en los trenes del metro. Varios servicios ferroviarios, sobre todo las conexiones entre Londres y el norte de Inglaterra, sufrieron cancelaciones.
El lunes, el aeropuerto británico de Luton, al norte de Londres, se vio obligado a suspender temporalmente los vuelos, tanto de salida como de llegada, por los desperfectos causados sobre una parte de la pista a causa de las altas temperaturas.
Crisis alimentaria y energética
La sequía tendrá dos consecuencias importantes: reducirá las cosechas de los próximos meses justo cuando los insumos alimentarios están en precios récord y reducirá capacidad de generación eléctrica de las centrales hidráulicas en plena crisis energética.
La hidráulica italiana produce un 40% menos electricidad que un año antes en la misma época. En Portugal, el mismo tipo de centrales hidráulicas, que generan electricidad a partir de turbinas que se mueven con la caída del agua almacenada en presas, es apenas un 25% de lo que era en junio de 2021.
Los especialistas cuentan que el impacto de la sequía añadida a las altas temperaturas tendrá efectos de largo plazo en los bosques y en la agricultura. Así, la Comisión Europea estima que este año se reducirá un 2,5% la superficie dedicada a plantar trigo, cebada y maíz.
En Italia la reducción de producción agraria puede ser del 30%. Las organizaciones agrarias europeas recuerdan que estas semanas son en las que deben regar más los granos que recogerán en la próxima temporada de cosechas.
Qué sucede con el agua
Hace cuatro años se vivió en Europa la sequía más grave en 500 años: ahora, los ríos llevan menos agua que entonces. En el Rin alemán, se empieza a suspender el transporte fluvial por miedo a accidentes.
Los científicos aseguran que los inviernos son más cortos y la vegetación en Europa empieza a crecer y absorber agua del subsuelo antes. El anticiclón de las Azores, que mantiene los cielos despejados y temperaturas relativamente cálidas, es cada vez más grande y se extiende más adentro en el continente.
La Europa árida (el sur de España y Portugal, partes de Grecia y pequeñas partes de Italia) es cada vez mayor. Los mapas de temperatura del suelo de la Comisión Europea de la semana pasada decían que los suelos del norte de África estaban a temperaturas similares que los del sur de Francia y el norte de España.
