Otra vez Afganistán es noticia y, nuevamente, es por un hecho “devastador”, como lo calificaron las autoridades. Es que en la madrigada, un terremoto de magnitud 5,9 golpeó al país y dejó un terrible saldo de casi mil muertos y cientos de heridos.
Las autoridades piden ayuda internacional para asistir a las víctimas, ya que el sismo se produjo en una zona de difícil acceso y está cerca de la frontera con Pakistán. Por su parte, temen que la cantidad de cifras de muertos pueda seguir ascendiendo.
“El balance llegó a los 1000 muertos y esta cifra aumenta. La gente cava tumba tras tumba”, declaró el jefe del servicio de Información y Cultura de la provincia de Paktika, Mohamad Amin Huzaifa, en un mensaje a la prensa.
Según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos, el terremoto ocurrió a 10 kilómetros de profundidad en una zona de difícil acceso en la frontera, en la ciudad de Jost. De acuerdo con las primeras versiones, la magnitud fue de 5,9 grados, mientras que la réplica, casi simultanea, alcanzó los 4,5 grados.
“Gran parte de la región es montañosa y los desplazamientos son difíciles. Llevará tiempo transportar a los fallecidos y los heridos”, explicó el ministro de Desastres Naturales, Mohamad Abas Akhund.
De acuerdo a las informaciones recogidas por la agencia estatal afgana de noticias Bakhtar News Agency, unas personas 600 personas han resultado heridas en los distritos de Barmala, Ziruk, Naka y Gayan, todos ellos situados en la provincia de Paktika, la más afectada.
También se notó en Pakistán, pero por el momento no se registraron daños ni víctimas. El primer ministro de ese país, Shehbaz Sharif, dijo estar “profundamente entristecido” por esta tragedia y aseguró que las autoridades estaban trabajando para aportar su apoyo a los afganos.