Un sacerdote cargó contra Axel Kicillof después de la implementación del pase sanitario en la provincia de Buenos Aires desde el próximo 21 de diciembre. El cura del barrio de Constitución salió al cruce contra el gobernador bonaerense con un exabrupto que se viralizó por las redes sociales.
Fabian Barrera fue quien apuntó contra el mandatario bonaerense durante una misa que brindo en la iglesia Sagrado Corazón. Rápidamente, sus dichos comenzaron a replicarse en las redes donde cuestionó: “¿Quién carajo es Kicillof?”.
“Jamás en mi comunidad he discriminado a nadie por su orientación sexual, ideología política, condición social. Menos en este tiempo, hermanos, voy a discriminar a nadie como intentan pedirnos un pase sanitario para que la gente entre a la misa. Eso es una locura. En mi comunidad, las puertas van a estar abiertas para todos, ¿está claro?”, comenzó el cura.
“Yo creo que es hora que como iglesia, sin entrar en disputas, aquellos que se pusieron la vacuna y aquellos que no nos pusimos la vacuna, es momento de defender nuestros derechos. Yo creo que la iglesia está dormida”, añadió.
Después, cruzó directamente al mandatario bonaerense: “Mamá me decía que para entrar a una iglesia querían pedir pase sanitario a partir de tal fecha porque Kicillof lo había dicho. ¿Quién carajo es Kicillof?”.
En ese sentido, aseguró que no le pedirá a nadie ningún carnet para ingresar a la iglesia: “Sería arrodillarse frente a un poder humano. Y dice la palabra de Dios que hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.
“No es una cuestión partidaria. Aquella misma organización que estuvo promoviendo el aborto, la Organización Mundial de la Salud, nos quiere imponer una dictadura global sanitaria. ¿Dónde quedan los derechos y las libertades de cada uno? Si vos te la pusiste, bien. Si no te la querés poner, bien”, completó.
El pase sanitario en la provincia de Buenos Aires
De acuerdo a lo que impulsó el gobernador bonaerense con el certificado de vacunación es para aquellos bonaerenses o visitantes mayores de 13 años que lleguen de vacaciones para asistir a eventos masivos de más de 1.000 personas y actividades culturales, deportivas, religiosas y recreativas en espacios cerrados.
La medida también alcanzará a salones de fiestas y boliches, casamientos, actos y reuniones con gran participación de personas, así como también a los bares y restaurantes.