El término cleptómano no es nuevo. Sea por el cine o por cosas de famosos o celebridades que roban teniendo una gran fortuna o recursos para poder pagar, lo hemos escuchado.
Un ejemplo muy famoso es el de la actriz Winona Ryder. En 2001, las cámaras de seguridad de una tienda de Beverly Hills captaron a Winona robando varios objetos. Tras ser juzgada, Ryder se sometió a terapia para tratar su cleptomanía.
Qué es ser cleptómano
Según la reconocida Clinia de Mayo, la cleptomanía es un trastorno de la salud mental que consiste en la incapacidad recurrente para resistir el impulso de robar objetos que, por lo general, no necesitas.
A menudo, los artículos robados no son de gran valor y esta persona podría haberse permitido comprarlos, sin que esto le presentara un problema para su vida.
Además, el reconocido centro de salud señala que la cleptomanía es una afección poco frecuente pero grave. Si no se trata, puede generar mucho dolor emocional para la persona y sus seres queridos, además de causar problemas legales.
En pocas palabras, la cleptomanía es un tipo de trastorno de control de los impulsos, es decir, un trastorno que se caracteriza por problemas con el autocontrol emocional o conductual. Esto significa que hay dificultad para resistir la tentación o el impulso de realizar un acto que es excesivo o perjudicial hacia otras personas o hacia uno mismo.
Más allá de robar: el lado “b” de la cleptomanía
Las personas diagnosticadas con cleptomanía a menudo tienen otros tipos de trastornos que afectan el estado de ánimo, ansiedad, alimentación, control de impulsos, y el uso de drogas.
También tienen grandes niveles de estrés, la culpa y el remordimiento, y las cuestiones de privacidad que acompañan al acto de hurtar.
¿Existe una cura para dejar de ser cleptómano?
Muchos cleptómanos viven con vergüenza en secreto porque tienen miedo de buscar tratamiento para la salud mental.
Según señala la clínica Mayo, si bien no existe una cura para la cleptomanía, el tratamiento con medicamentos o una terapia para desarrollar habilidades, centrada en controlar los impulsos, pueden ayudar a poner fin al ciclo de robar de forma compulsiva.