Desde el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento -IMAS- expresaron su preocupación por la sucesión de hechos vandálicos que están perjudicando a los consumidores debido a las consecuencias que ocasionan en la provisión de agua potable en Puerto Iguazú.
Una de los perjuicios producidos al sistema administrado por el IMAS, se registró el último sábado en la toma del río Paraná en la que robaron la embarcación utilizada para las tareas operativas en la balsa de captación. Por este motivo, se vio afectada la atención y el mantenimiento que requieren las bombas para su correcto funcionamiento, a tal punto que el servicio se vio condicionado debido al recalentamiento de las mismas sin poder ser intervenidas por la falta de un medio de transporte que traslade a los técnicos.
Ante este contexto, se debió recurrir a la colaboración y disponibilidad de recursos de la Prefectura Naval Argentina, demanda que complica el cumplimiento de estos procedimientos imprescindibles para garantizar su óptima prestación. Por otra parte, en la noche de ayer fue vulnerado el equipo eléctrico de la estación de rebombeo del barrio Santa Rosa.
En este caso fue extraído un tramo de 20 metros de cable que cortó el sistema de telemetría, obligando al cierre de la cisterna en la planta de Las Leñas debido a la afectación en el caudal de agua. Vale destacar que más allá de los perjuicios y los aspectos particulares, los operarios avanzaron en las tareas requeridas para la normalización de los procesos del sistema.
Desde el organismo provincial repudiaron este tipo de acciones al considerar que no solo afectan a miles de usuarios y por los costos de las reposiciones, sino además porque contrastan con las millonarias inversiones que se están realizando en la ciudad para concretar el diseño que ya tiene un evidente avance y que garantizará la provisión del líquido vital durante los próximos 20 años.