En un escalofriante descubrimiento, las autoridades encontraron ayer el cuerpo sin vida de un joven de 28 años en la zona oeste del Gran Buenos Aires. El homicidio, que tuvo lugar junto a un río, ha desconcertado a los investigadores, quienes descartaron que el móvil del crimen fuera un robo. El joven era oriundo de Puerto Iguazú.
El desaparecido fue identificado como Pablo David Fonseca, originario de la localidad misionera de Puerto Iguazú, según información voceros judiciales. El cuerpo presentaba múltiples heridas de bala, incluyendo dos en la clavícula, una en el estómago, tres en el cuello, una en la mano izquierda, otra en el hemitórax derecho, dos en el rostro y dos en el brazo derecho, según las pericias realizadas por la Policía Científica.
En un giro sorprendente, se encontró una suma de $14.000 entre las pertenencias de la víctima, descartando por completo la hipótesis de un intento de robo. Además, se confiscaron múltiples vainas calibres 11.25 y nueve milímetros en el lugar del crimen.
El cuerpo de Fonseca fue descubierto por residentes de la zona a orillas del río, cerca del cruce de Utacarai y Eduardo Sáenz. Fue encontrado boca abajo, vestido con una campera negra, un pantalón y un par de zapatillas rojas.
La comisaría 9na Este del distrito se encuentra llevando a cabo una serie de diligencias para capturar a los responsables del asesinato. Según los datos recopilados hasta el momento, los investigadores descartan que el crimen haya sido perpetrado por asaltantes, ya que sospechan que los agresores actuaron motivados por venganza.
Los residentes del vecindario informaron a la policía que durante la madrugada escucharon múltiples disparos, lo que sugiere que el homicidio ocurrió en ese momento. La Unidad Temática de Homicidios de los tribunales de la jurisdicción ha intervenido en el caso penal, que ha sido catalogado provisionalmente como “Homicidio”.