Desde el domingo 8 de diciembre, el Circuito Garganta del Diablo se encuentra cerrado de manera preventiva debido al rápido aumento del caudal del río Iguazú, ocasionado por las intensas lluvias registradas en los últimos días.
La empresa Iguazú Argentina, en coordinación con las autoridades y técnicos del Parque Nacional Iguazú, realiza monitoreos constantes y mantiene comunicación directa con los responsables de las represas brasileñas. Según un informe recibido el 9 de diciembre, se esperaba que el pico de la creciente alcanzara aproximadamente los 10.000 m³/s entre las 18 y 20 horas del mismo día.
En respuesta a la situación, Iguazú Argentina y la Intendencia del Parque Nacional aplicaron el protocolo de seguridad previsto para estas emergencias. Se procedió al rebatimiento de las barandas del balcón de la Garganta del Diablo y de los últimos 200 metros de la pasarela que conduce al icónico mirador.
Las autoridades recordaron que el fenómeno es consecuencia de las persistentes precipitaciones en la cuenca de aporte, lo que ha incrementado el caudal del río a seis veces su nivel habitual. Técnicos y profesionales siguen de cerca la evolución del evento climático para prevenir daños adicionales. Por el momento, no se han registrado afectaciones en otras estructuras del parque.
Esta mañana, el área de prensa de Iguazú Argentina actualizó el estado de la situación, informando que el circuito permanece cerrado hasta nuevo aviso.