Aunque muchos relacionan el Feng Shui únicamente con la armonización del hogar, esta antigua filosofía china también puede influir en la vida sexual.

Según sus principios, la disposición del dormitorio impacta directamente en el deseo, la intimidad con la pareja y la conexión emocional. Todo comienza con detalles sencillos, como la posición de la cama.
Así se debe acomodar la cama para tener éxito en la intimidad, según el Feng Shui
Uno de los principios más importantes del Feng Shui es la ubicación de la cama dentro del dormitorio. Lo recomendable es colocarla en lo que se denomina la “posición de mando”, es decir, de manera que, al recostarse, se pueda ver la puerta sin estar directamente alineada con ella. Esta disposición no solo brinda seguridad, sino que también genera una sensación de control, fundamental para sentirse relajado y abierto en la intimidad.
Si la cama se encuentra alineada directamente con la puerta, se considera una posición desfavorable, conocida como la “posición del ataúd”, ya que puede provocar tensión, sensación de vulnerabilidad y pérdida de energía.

¿Qué hacer si no hay otra opción? Una alternativa es colgar un cristal redondo entre la cama y la puerta, lo que, según el Feng Shui, ayuda a suavizar el flujo de energía directa.
Además, conviene evitar que la cabecera esté justo debajo de una ventana, ya que esto permite que la energía se “escape”. Tampoco es recomendable que apoye contra una pared que da al baño, porque el agua simbólicamente “lava” la energía sexual. Siempre que sea posible, lo ideal es contar con una pared sólida detrás de la cama.