Durante el invierno, muchas casas se sienten más pesadas, apagadas y frías, tanto en lo físico como en lo energético. Para revertir esa sensación, el Feng Shui propone una serie de recomendaciones simples pero muy efectivas para reactivar el Qi, la energía vital de los ambientes.
Lo primero que sugiere esta disciplina milenaria es revisar los colores que dominan en la casa. Si las paredes, cortinas, fundas o mantas están deslucidas o apagadas, renovalas con tonalidades cálidas, alegres y vivas. Eso solo puede generar un cambio radical en el estado de ánimo y en la percepción del espacio.

Qué tener en cuenta para mejorar la energía del hogar en invierno
Según los expertos en Feng Shui, la iluminación es clave. Evitá dejar ambientes en penumbras, sobre todo en días grises. Reemplazá lamparitas quemadas y apostá a una luz potente pero amable, que eleve el ánimo. “La luz tenue baja el Qi, mientras que la fuerte lo levanta de inmediato”, explican.

Otro aspecto a contemplar es el sonido del entorno. Evitá los extremos: ni silencio absoluto ni volumen alto constante. Lo ideal es optar por música suave, alegre o sonidos de la naturaleza como el canto de los pájaros o el fluir del agua. De esta manera, se equilibra la energía y se reduce el estrés.
Las ventanas también merecen atención. Si no tienen protección, como cortinas o persianas, el ingreso de energía exterior puede resultar invasivo. Regular la entrada de luz natural y aislar el hogar de ruidos o vibraciones externas es fundamental para cuidar la armonía interior.

Por último, no descuides los espacios abiertos como balcones o patios. Aunque parezca que en invierno no se usan, su energía influye directamente en el resto de la vivienda. Si se apagan, se debilita la protección del hogar. Mantenelos iluminados durante la noche y sumales elementos como vidrios facetados o carrillones para potenciar la transición energética entre el exterior y el interior.