El fin de semana largo de Carnaval llegó sin Carnaval. Un año diferente, pero con el entusiasmo y la energía que siempre ha caracterizado a Gualeguaychú. A pesar que la fiesta más importante del país para estas fechas no estuvo presente (generando un impacto económico muy grande, dejando a muchísimas personas sin trabajo), la ciudad fue elegida por un gran número de turistas para descansar y disfrutar de los días festivos.
Este fin de semana los prestadores se esmeraron y lograron demostrar que se puede vivir Gualeguaychú de mil maneras. Es por ello que la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos agradece el trabajo realizado por los prestadores turísticos en el cumplimiento de los protocolos sanitarios para cuidar de los visitantes, como así en la calidad del servicio brindado.
En el comunicado emitido por la AHYG, también se agradece el trabajo de seguridad realizó por la policía, y la predisposición que se viene dando desde el municipio, a través de Consejo Mixto de Turismo, a quien marca una observación.
“Fue una lástima que no se tuviera en cuenta la necesidad de extender el horario gastronómico por una hora, (como se había solicitado en la última reunión), ya que muchos turistas se enojaron con el hecho de no haber podido comer, pues las cocinas estaban obligadas a cerrar a las 23:45 horas.
Por otra parte la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos, reconoce el trabajo que se viene realizando conjuntamente con Consejo Mixto de Turismo, agradeciendo el polo gastronómico que se generó en Costanera, el cual se muestra como un nuevo atractivo turístico que invita, tanto al visitante como al local, al disfrute de quienes lo recorren.
Pensar en Gualeguaychú como ciudad turística requiere de una mejor disposición de los recursos y de cuidar la estética, para evitar opacar la belleza que se convertiría en la mejor postal si se lograra cumplir con ciertos puntos importantes, a saber: la mala ubicación de los controles y los conteiner en Costanera; el excesivo control de alcoholemia que provocó en los turistas la sensación de acoso, considerando el hecho de que salían de comer de los restoranes y eran parados por los controles; la falta de tiempo para que todos pudieran disfrutar de una salida nocturna en una noche calurosa que se prestaba para pasear y disfrutar de un polo gastronómico que brilló y se convirtió en el principal atractivo de este fin de semana, lamentablemente tanta belleza se opacó por el mal trago de ser corridos y enviados temprano a sus respectivos hoteles; las heladerías se convirtieron en el postre elegido por los comensales de los comedores, sin embargo el horario acortado no permitió que todos pudieran disfrutar de ese momento.
Las quejas de los turistas fueron muchas y hay que tenerlas en cuenta para poder trabajar en ello y poder ofrecer un mejor servicio a nivel ciudad, cuidarlos en todos los puntos, más allá de lo que la realidad exige. A pesar de eso, los visitantes se quedaron maravillados con los cambios positivos que se realizaron durante el último tiempo, remarcando la puesta en valor que se le viene dando a los distintos parajes de la ciudad y la excelente implementación de los protocolos sanitarios en las prestaciones de servicio, convirtiéndola en un destino que supo seducir a muchas familias para próximas visitas.