Manuela Barreto, una joven de 24 años y madre de un chico de 5 años, murió el pasado domingo 9 de diciembre a la madrugada en el Hospital de Alta Complejidad tras sufrir un paro cardiorespiratorio producto de una reacción a una intervención que se realizó en un centro de estética donde le habrían aplicado una sustancia oleosa extraña; no identificada aún; en los pechos para incrementar su volumen.
Alejandro Luna, pareja de la joven, contó detalles de las últimas horas de la joven y cómo fue que llegó a dar con la profesional.
"Ella le dijo a Manu que era médica ginecóloga, yo no estaba de acuerdo con que fuera ahí, le dije muchas veces; yo no quería que se hiciera los pechos", indicó.
Dijo que su mujer contactó con la señora Mónica Iguri "por otra chica, no hablaba mucho conmigo de eso, y más desde que yo le dije que no estaba de acuerdo con que se hiciera esos tratamientos".
La joven se habría sometido al menos a 4 sesiones donde la profesional, que es obstetra, se presentó como médica ginecóloga. "La primera vez le cobró un total de 9 mil pesos, pero algo salió mal, Manu le dijo que no estaba conforme porque notaba que los pechos no le crecían como debían, y le escribió un mensaje. La mujer le contestó que era normal, pero que se acercara para hacerse una nueva sesión. Ella fue de nuevo, se escapa de mí porque yo no quería que se fuera a hacerse nada", contó.
Las últimas horas
Manuela salió de su casa el sábado al mediodía, contó Luna; "se me escapó y desde ahí no la vi más". Su última conexión figuraba a las 13.30. Él intentó contactarla y no pudo. Llamó a una amiga de la joven y ésta le dijo que fuera a ver dónde estaba la "médica" que atendió a su mujer.
“Al llegar al lugar me encontré con la persona esta que dice ser la tía de la médica, y me dijo que Manu llegó a las 17 que ya estaba descompuesta, y eso es mentira” (sic).
Comentó que fue al Hospital Central porque estuvo haciendo averiguaciones, ya que la mujer (Manuela) ingresó como NN al nosocomio. Allí se encontró con la señora Iguri, quien adujo que debía retirarse del lugar porque "tenía que hacer algo".
“Yo no la quería ni ver y le dije que se fuera, que de toda maneras le iba a hacer la denuncia, y de ahí no la vi más”, cerró el joven.
La causa está caratulada como homicidio culposo por mala praxis. La jueza a cargo es la doctora Karina Paz.