Alumnos reciben clases en el cementerio

Por la crecida del río, en la zona ubicada entre Clorinda (Argentina) y Villeta (Paraguay), en la Isla Buey Muerto.

Los niños formando para saludar a la bandera. Están en la parte más alta de la isla donde el agua aún no ha llegado. (Foto: Colaboración)
Los niños formando para saludar a la bandera. Están en la parte más alta de la isla donde el agua aún no ha llegado. (Foto: Colaboración)

Docentes formoseños de la Isla Buey Muerto, en pleno río Paraguay, jurisdicción de la ciudad de Clorinda y frente a la localidad de Villeta en el Paraguay, dictan clases en el cementerio del lugar a niños de Jardín de Infantes, Educación Primaria y Educación Secundaria. Por la gran crecida del río Paraguay toda la isla está inundada y el lugar más alto de la misma es el cementerio Monte Claro, a donde todavía no llegó el agua.

Los isleños con su niños y adolescentes debieron refugiarse en los escasos terrenos altos de la isla y en el propio cementerio del paraje y la "escuela" fue también al camposanto: las clases se desarrollan junto a las tumbas y a la Cruz Mayor, en unos ranchos o casillas de chapas, maderas, tejas de palma y plásticos improvisados por los propios docentes.

Los docentes hacen un largo viaje en lancha para ir y volver todos los días a la isla. (Foto: Colaboración)
Los docentes hacen un largo viaje en lancha para ir y volver todos los días a la isla. (Foto: Colaboración)

Los docentes son de la ciudad de Clorinda y todos los días deben viajar varias horas para llegar a la isla ( ida y vuelta) en lanchas que pagan con su propio y magro sueldo, ya que ni el gobierno provincial ni el municipal se hacen cargo de la situación.

Los docentes no sólo dan clases en el cementerio sino que también cocinan y dan el comedor escolar, donde también tienen sus recreos los alumnos. En el lugar no hay posibilidades de alojamiento para los docentes por lo que deben transitar todos los días el crecido río Paraguay, la experiencia es "alucinante" dijo un docente, y da un poco de temor.

Se trata de la EPEP N° 171 que funciona en el lugar y que atiende niños y adolescentes argentinos y del Paraguay, que cruzan el río en lanchas, provenientes de la localidad de Villeta y de la ribera de ese país.

A más de ser el lugar más alto de la isla, el cementerio Monte Claro tiene abundante arboleda que da sombra y está próximo al río, lo que brinda tranquilidad ante emergencias, como picaduras de viboras o avance repentino de las aguas, por el rápido y seguro acceso al mismo.