En la localidad de Bernardo de Irigoyen, el temor se ha apoderado nuevamente de sus habitantes luego de un reciente asesinato que se sospecha está ligado a actividades mafiosas. El joven César Caytano (23) fue brutalmente ejecutado el pasado 8 de febrero, recordando los métodos de sicarios asociados a carteles internacionales.
Según reveló una grabación de seguridad, tres individuos encapuchados ingresaron a la vivienda de la víctima con un objetivo preciso: acabar con la vida de Caytano. Las autoridades barajan dos hipótesis sobre el crimen: un ajuste de cuentas relacionado con deudas o bien ligado al contrabando de vinos y cigarrillos en la frontera.
Este terrible suceso no es un caso aislado en la región. En los últimos tres años, nueve personas han sido asesinadas de manera similar, la mayoría vinculada a disputas con organizaciones transfronterizas. El intendente de Bernardo de Irigoyen, Edgardo “Chinchín” Aquino, expresó su preocupación por la situación, lamentando la falta de resultados en las investigaciones.
Aquino también criticó la falta de colaboración efectiva por parte de las autoridades brasileñas en la lucha contra el crimen en la frontera. Propuso la reactivación del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía y la instalación de una presencia federal en la localidad como medidas para combatir la creciente violencia.
La incertidumbre y el miedo persisten en Bernardo de Irigoyen mientras las autoridades buscan respuestas y soluciones para enfrentar esta alarmante situación de inseguridad en la región.