Apenas se cumplirán diez días de la medida que lanzó el gobierno para imponer un cepo a las importaciones y el rubro está casi paralizado. Con las nuevas reglas que se deben jugar en el mercado, los importadores ven con preocupación la incertidumbre económica que crece tras la salida de Martín Guzmán.
La principal preocupación de los importadores pasa por las operaciones que se llevan en los bancos. Es que, ante la nueva normativa que impuso el Banco Central, se establecieron cupos más restrictivos para importar y diferimiento de pagos para muchos productos.
En ese sentido, ahora las entidades trabajan en sus sistemas internos para que puedan adaptarse a las nuevas normativas que se impusieron desde el Central, donde afirman que funciona sin ningún problema. Sin embargo, desde los importadores afirman que están pidiendo una declaración SIMI (licencias) de tipo “A”, es decir, las que aseguran que la compra se está efectuando dentro del cupo, aun cuando fuera aprobada antes de las nuevas restricciones.
Dentro de este marco, desde el sector privado afirman que hay 1300 empresas que elevaron medidas cautelares a la Justicia en los últimos dos años para poder importar. Pese a esto, tampoco creen que una sentencia judicial asegure que se puedan conseguir dólares para bienes del exterior.
Crece la preocupación por el empleo y la producción ante la falta de importaciones
Muchas industrias, como varios comercios, dependen exclusivamente de la importación para continuar operando. En ese marco, hay muchas empresas que denuncian que no poder traer insumos del exterior los tiene completamente paralizados.
A esta problemática, donde el Gobierno apunta a reducir un déficit de U$S 1.000 millones en las importaciones, se le suma la incertidumbre económica que crece ante la salida de Guzmán como la suba de los precios del dólar, tanto paralelo como el oficial con sus derivados.