La recaudación impositiva de abril sufrió otra fuerte caída, en este caso de 13% en términos reales (ajustada por inflación), producto de la continuidad del escenario recesivo que afecta los niveles de producción y consumo.
Este resultado podía inferirse a partir de los giros a provincias de recursos coparticipables, cuyo flujo es monitoreado día a día y su volumen se redujo 20% durante el mes pasado.
Según informó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la recaudación total alcanzó a $ 8,6 billones, con un alza nominal de 239,6%, que al ajustarse por inflación se convierte en una contracción de 13%.
“La recaudación tributaria nacional en el primer cuatrimestre habría disminuido un 10% interanual real. Al excluir los tributos vinculados a comercio exterior, descendería un 19% términos reales”, precisó un informe de IARAF.
Al igual que en los meses anteriores se observa que el impacto fue mayor en los tributos que se comparten con las provincias –IVA y Ganancias- frente a aquellos que van directo al Tesoro Nacional –impuesto PAIS y retenciones-.
El Impuesto a las Ganancias recaudó $ 1,2 billones, un alza nominal de 150,1%, que representa una caída real de 35%.
Este resultado es consecuencia de la vigente eliminación del tributo para los empleados en relación de dependencia, más los cambios en el esquema de percepciones aplicado a las operaciones en moneda extranjera y a la brusca caída de la demanda de dólares oficiales para atesoramiento y gastos con tarjeta de crédito, dado es más conveniente manejarse con dinero en efectivo adquirido en el mercado paralelo.
EL IVA -impuesto que refleja el nivel de consumo- llegó a $ 3,2 billones, con una caída real del orden de 9%.
EL IVA recaudado en abril es el correspondiente a las ventas de marzo, mes en el que se observaron caídas de producción y consumo entre 20 y 30%.
En tanto, las retenciones a las exportaciones impulsaron los ingresos del Tesoro Nacional con $ 318.400 millones, que implica un incremento de 530% por encima de un año atrás. En términos reales el incremento es de 61,8%. Si bien la liquidación de la cosecha tiene un ritmo menor al esperado, se encuentra por encima de 2023 año afectado por la sequía. Además se suma la mejora en el tipo de cambio.
Por su parte, los derechos de importación llegaron a $ 280.143 millones, con un alza de 284%, frente al mismo período del año pasado.
En tanto, el Impuesto PAIS sumó para el fisco $ 510.246 millones, doce veces más que lo que se había logrado en abril de 2023. Ajustado por inflación el incremento es de 209,9%. Este avance es consecuencia del aumento de alícuota y a la generalización de su aplicación que decidió el Gobierno en diciembre. Además de la extensión del tributo a las compras de BOPREAL.
A su vez, el impuesto al cheque –otro indicador del nivel de consumo- marcó ingresos por $ 611.962 millones, que significa una suba nominal de 227% y una caída de 15,8% en términos reales.
Tanto el impuesto PAIS como el Impuesto al cheque fueron señalados por el presidente Javier Milei como dos tributos que deben ser eliminados cuando se consolide el equilibrio fiscal y el gasto público se ubique en 25% del PBI.
Producto de la actualización de la alícuota, el impuesto a los combustibles líquidos subió a la par de la inflación y reportó $ 157.884 millones, con una suba real de 2,6% la primera en 27 meses de diciembre de 2021.
En tanto, los tributos vinculados a la seguridad social aportaron $ 1,8 billones, un alza de 216% por sobre abril de 2023, pero casi 90 puntos por debajo de la inflación, lo cual da una clara imagen de la pérdida de poder adquisitivos de los ingresos de la población.