Diputados se vio sorprendido por el reciente reclamo del Ejecutivo para que se trate el proyecto que grava la llamada “renta inesperada”. La iniciativa no avanza desde hace cinco meses y tampoco estaba en la agenda parlamentaria para lo que resta del año. En resumen, en la Cámara Baja consideran que probablemente no se toque en este corto plazo.
Las internas continúan dividiendo al oficialismo por lo que no sería posible conseguir una mayoría en la Cámara Baja. Además, desde la oposición ya se rechazó la propuesta. Con este escenario, no hay muchas expectativas acerca de que la iniciativa avance en las sesiones ordinarias restantes.
Fue Gabriela Cerruti, vocera de la Presidencia, quien hizo mención al proyecto durante este jueves. De hecho, la sorpresa de Diputados se originó por la seguridad con la que la portavoz dijo que “no es prioridad del Gobierno avanzar con al eliminación de las PASO, sino con la renta inesperada”.
“Necesitamos que se apruebe el proyecto de Renta Inesperada porque esto significa mayores ingresos para el Estado que van a ser redistribuidos en muchas de las políticas que muchos sectores están reclamando y que tiene que ver con que aquellos que han tenido rentas extraordinaria con situaciones trágicas como la guerra y la pandemia”, argumentó Cerruti. También el presidente se había quejado la semana pasada por la dilación del tratamiento.
Renta inesperada: de qué se trata la propuesta
En junio pasado, con Martín Guzmán todavía al frente del Ministerio de Economía, se propuso aumentar la alícuota del Impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital, con rentas superiores a los $1000 millones, cuya Ganancia Neta Imponible haya crecido en términos reales en este año.
Sin embargo, luego de la asunción de Sergio Massa, no hubo ningún pedido de la cartera al Congreso para avanzar en esa dirección. Incluso cuando el ahora ministro presidía la Cámara Baja reconocía como “muy difícil” lograr su aprobación en medio de la interna oficialista y sin apoyo de la oposición.
Ahora, en Diputados consideran que no hay tiempo suficiente para conseguir consenso y, al menos, lograr un dictamen de comisión que quede preparado para llevar al recinto. Por eso, se especual con que el proyecto pueda ser incluido por Alberto Fernández en el temario de sesiones extraordinarias, que define exclusivamente el Poder Ejecutivo.
Cómo se darían las votaciones
De todos modos, se duda de su avance dado que Juntos por el Cambio, que tiene 116 diputados nacionales, ya anticipó su rechazo, porque supondría un aumento de impuestos. La misma postura tienen los cuatro diputados libertarios de los bloques de José Luis Espert y Javier Milei.
Por su parte, en el Interbloque Federal -que componen ocho diputados socialistas, peronistas bonaerenses y peronistas cordobeses- advierten que no estarían dispuestos a acompañar, a menos que el proyecto fuera elaborado de nuevo. Esto es porque, dicen, el proyecto terminará imponiendo un gravamen a pequeñas y medianas empresas (según la propia definición oficial por niveles de facturación) de la construcción, servicios, comercio, de la industria y del sector agropecuario y no a compañías energéticas como sucede en otros países del mundo que cita como ejemplo el Ejecutivo para defender la renta inesperada.
No obstante, si hubiera consenso entre los 117 diputados del Frente de Todos (incierto, en este momento), el oficialismo quedaría lejos de los 129 diputados sentados en sus bancas para alcanzar el quorum y poder sesionar. Con apoyo del interbloque de Provincias Unidas, y algunos bloques provinciales más pequeños, podría llegar a los 123 o 124 diputados. El Frente de Izquierda, de cuatro diputados, no adelantó que posición tomaría.