El Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunirá el próximo miércoles para aprobar la renegociación del acuerdo con la Argentina y autorizar el desembolso de U$S 4.700 millones.
“Luego del acuerdo con el FMI a nivel de staff en el marco de la séptima revisión del Programa de Facilidades Extendidas, el Board del organismo mantendrá un encuentro el próximo miércoles 31 de enero para tratar el caso de Argentina”, señalaron a este medio fuentes oficiales.
La reunión del Board se realizará el mismo día en que opera un vencimiento de U$S 1.900 millones, mientras que un día después se deberán pagar otros U$S 900 millones.
Por otra parte, otros U$S 960 millones serán girados al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) que otorgó el crédito para pagar el vencimiento de diciembre.
El resto del dinero deberá reservarse para hacer frente al vencimiento de abril.
La reunión tratará la séptima revisión ya acordada durante la última visita del staff a Buenos Aires.
Tras esa reunión, Argentina y el FMI pactaron renovar el programa en curso y no avanzar en uno nuevo que incluya fondos frescos.
El flujo de dinero entre la Argentina y el FMI de 2023 será negativo en unos U$S 3.000 millones.
En el Staff Report los técnicos del organismo subrayaron que la actual administración recibió una herencia “extremadamente grave” y destacó el programa que está implementando el actual Poder Ejecutivo porque además evitó que “se intensificara la crisis”.
“En este contexto, el presidente Javier Milei y su equipo económico actuaron rápida y decisivamente para desarrollar y comenzar a implementar un sólido paquete de políticas para restaurar la estabilidad macroeconómica y están totalmente decididos a volver a encarrilar el programa actual”, indicó el organismo dos semanas atrás.
En esa línea subrayó que “las autoridades están consiguiendo apoyo social y político para su plan de estabilización”.
Asimismo remarcó que “el plan se centra en el establecimiento de un ancla fiscal fuerte y creíble, junto con acciones para reconstruir las reservas, corregir desajustes de precios relativos, fortalecer el balance del Banco Central y crear una economía más simple, basada en reglas y orientada al mercado.
El organismo admitió que “en las etapas iniciales, la eliminación de los controles de precios heredados y la corrección del desajuste cambiario tendrán un impacto inflacionario y profundizarán la contracción de la actividad que ya está en marcha”.
Argentina se comprometió a lograr un superávit fiscal de 2% del PBI, que significaría además llegar al equilibrio financiero (luego del pago de intereses de la deuda).
El FMI espera que haya una mejora de los ingresos “por mayores impuestos relacionados con el comercio, así como por ganancias derivadas de la normalización de la producción agrícola”.
Por el lado del gasto “la racionalización se sustentará en reducciones de los costos administrativos, los subsidios a la energía y el transporte, transferencias discrecionales a provincias y empresas estatales y gastos en infraestructura de menor prioridad”.
En otro de los párrafos el FMI remarcó que “se ha abandonado el opaco sistema de controles administrativos de importación (SIRA)” que se está “en el proceso de abordar el gran sobreendeudamiento de los importadores, ofreciendo instrumentos cambiarios a los importadores que registren adecuadamente sus deudas comerciales”.
El FMI estimó que habrá una “acumulación de reservas netas de U$S 10.000 millones para finales de 2024, incluidos U$S 2.700 millones acumulados durante las últimas semanas de 2023.
Respecto a la política monetaria, el FMI indicó que “las autoridades se han comprometido a poner fin al crédito del Banco Central al Gobierno y seguirán reduciendo el gran excedente de pesos, al mismo tiempo que fortalecerán gradualmente el balance de la entidad”.
Por otra parte el FMI dijo que, “de acuerdo al programa fiscal, el Gobierno no buscará ninguna forma de financiamiento neto de mercado, sino que se concentrará en mejorar el perfil de vencimiento de la deuda interna.