El Banco Central de la República Argentina (BCRA) redujo este jueves la tasa de política monetaria de 60 a 50% con el objetivo de acelerar el saneamiento de su balance y preparar el terreno para la salida del cepo cambiario cuando se consoliden las condiciones macroeconómicas.
Pero la medida que tiene como objetivo reducir el peso de la deuda que debe pagar el BCRA, también impacta en los ahorristas que a partir de hoy recibirán una retribución de aproximadamente 4,2% por sus colocaciones a plazo fijo cuando la inflación aún se encuentra por encima de ese rango.
“La decisión del BCRA se toma en consideración del contexto financiero y de liquidez y se fundamenta en el rápido ajuste de expectativas de inflación, en el afianzamiento del ancla fiscal, y en el impacto monetario contractivo derivado de la estacionalidad en los pagos externos del Tesoro del trimestre en curso”, señaló la entidad comandada por Santiago Bausili en un comunicado de prensa.
Esta es la segunda reducción de la tasa en ocho días que aplica el BCRA, dado que el jueves pasado el Directorio de la entidad ya la había retrotraído de 70 a 60%, lo cual revela el interés de las autoridades en acelerar el proceso.
Esta tasa es la que el BCRA paga por sus pasivos remunerados (pases a un día que reemplazaron a las Leliqs) y su disminución implica que dejará de pagar unos $ 200.000 millones, mejorando su balance.
En una entrevista que concedió ayer el presidente Javier Milei había anticipado este movimiento como paso previo e indispensable para eliminar las restricciones cambiarias.
La decisión se sustenta en una marcada desaceleración de la inflación, que según distintas consultoras privadas se habría ubicado en torno al 8% en abril y mantendría la tendencia decreciente en mayo.
Incluso un informe de la consultora LCG publicado hoy indicó que en la quinta semana de abril el precio de los alimentos registró una deflación de 1%. En consecuencia, la inflación “punta a punta” de las últimas cuatro semanas en los productos de la canasta básica habría sido de 1,4%.
El economista Ivan Werning explicó su interpretación sobre la reducción de la tasa de interés y el ministro de Economía, Luis Caputo convalidó su análisis a través de las redes sociales.
“Es de manual decir que hay que subir tasas para combatir inflación. Pero la situación no es de manual por dos razones: 1) La tasa hoy paga a un pasivo enorme del BCRA y del Tesoro, lo cual tiene efectos fiscales importantes. Y la raíz de la inflación es fiscal. 2) Bajar inflación es difícil sin recesión: ¿subir tasa para generar recesión?, pero ya tenemos mucha recesión (en parte, por ajuste fiscal)”, explicó Werning y respaldó el jefe del Palacio de Hacienda.
Plazos fijos
El impacto en los ahorristas es una nueva reducción de los rendimientos por plazos fijos, que vuelven a quedar por debajo de la inflación esperada.
Una tasa de 50% nominal anual equivale a una tasa efectiva mensual de 4,2%. Si bien la tendencia es a la baja, se espera una inflación por encima de ese valor durante el mes que comenzó.
La modificación dispuesta por el BCRA aplica para todos los plazos fijos que se realizaron a posteriori de su comunicación y de la adecuación de los bancos.
Por tanto, un plazo fijo renovado hoy antes del cambio de condiciones, mantiene la tasa del orden del 5% que se ofrecía.
En un ejemplo práctico: hasta antes de la decisión un ahorrista podía conseguir un retorno de $5.000 por cada $100.000 depositado y a partir de ahora ese rendimiento se reduce a $4.200.
También a contramano de lo que indica la teoría económica, el dólar no se movió pese a que un menor rendimiento por dinero anclado en el banco puede hacer atractiva la migración a una moneda dura.
El “dólar blue” cerró a $ 1.040 con una reducción de $ 5 respecto a la víspera. En tanto, en las operaciones bursátiles el MEP y el CCL se movieron sin grandes modificaciones en la zona de $ 1.062 y $ 1.100, respectivamente.
Sin acuerdo por el swap
El Gobierno nacional aún no logró un acuerdo con la República Popular de China por los US$18.000 millones del swap que se mantiene vigente y que cuenta con un tramo de US$5.000 millones cuyo vencimiento de pago vence en junio.
“No hay definición”, fue la escueta respuesta del vocero presidencial, Manuel Adorni al ser consultado sobre el resultado de las negociaciones que realizaron en Shangai la Cánciller, Diana Mondino, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
Pese a las reiteradas consultas, ningún integrante del Poder Ejecutivo ni del Banco Central ofrece respuestas sobre esta delicada negociación.