El proyecto de ley que busca otorgarles un alivio a los deudores de créditos UVA mantiene un contrapunto entre quienes destacan la posibilidad de auxiliar a las familias que quedaron comprometidas con el valor de las cuotas y aquellos que sostienen que la modificación vulnera la equidad entre quienes accedieron a este mecanismo.
La iniciativa fue aprobada a la medianoche del jueves con 134 votos a favor, 40 en contra y 18 abstenciones y pasó al Senado para su sanción definitiva. La votación y los discursos en el recinto dejaron al descubierto que las diferencias persisten, con lo cual se abre un escenario incierto para la suerte de la ley.
El diputado y exministro de Hacienda de Mendoza, Lisandro Nieri, votó a favor de la norma, pero aclaró que esta discusión se da “por una pésima situación económica que agrava día a día el poder adquisitivo de los salarios”.
En esa línea sostuvo que “la propuesta del Fondo Compensador es un paliativo muy chico”. “Si los salarios se siguen deteriorando, el deudor no va a alcanzar a apreciar la diferencia en la cuota”, dijo.
Las características del proyecto
La futura norma fija que la cuota a pagar no puede exceder el 30% de los ingresos registrados del tomador del crédito y que la diferencia quedará a cargo de un Fondo Compensador que se formará por el aporte del 0,0025% del promedio de los saldos diarios de los depósitos en pesos y en moneda extranjera en los bancos.
Según datos aportados por el oficialismo, a valores de hoy, cada punto de diferencia entre el índice salarial y el costo de vida le cuesta al sistema financiero 111 millones de pesos.
Cabe recordar que la ley marca que el capital y el interés se actualizará a partir de un indicador que sigue la evolución de los salarios (RIPTE), pero en caso que los salarios le ganen a la inflación la actualización pasará a ser por UVA.
Todo este mecanismo que genera dudas y confusión aún debe ser discutido en el Senado y luego reglamentado, con lo cual no hay certezas sobre cuándo comenzará la aplicación. De allí que los deudores deben tener en claro que por los menos pueden pasar varios meses hasta que el alivio se sienta en los bolsillos.
Otro punto que generó controversia fue la posición del diputado Carlos Heller (Frente de Todos) de obligar a quienes acepten este nuevo mecanismo a renunciar a la opción de hacer demandas judiciales por los créditos otorgados en UVA. El diputado mendocino Julio Cobos había solicitado que no se cercenara esta posibilidad.
Si bien votó a favor, Heller dio un ejemplo que pone en duda la necesidad de la reforma o al menos con los parámetros que se realizó: “Desde el 31 de diciembre del año pasado hasta ayer, el UVA creció un 48,7%, mientras que el índice IAR (que es el RIPTE) en el mismo período creció un 49,7%”
Por lo tanto, señaló que “el índice de ajuste de los salarios de los trabajadores registrados que mide el INDEC le ganó a la inflación y por lo tanto los salarios le ganaron levemente a los índices de precios”. “En este caso, no tendría que haber ningún tipo de ajuste si la gente tuviera su crédito ajustado por salarios”, dijo.
Otras posturas sobre la medida
Para el diputado de Republicanos Unidos Ricardo López Murphy, la propuesta subsidia a un sector de la sociedad de ingresos medios.
López Murphy aseguró que a los créditos UVA “accedió gente que está en los deciles superiores”. Y ahondó: “Si le damos subsidio a los deciles superiores, estamos jorobando a los deciles inferiores, porque no pudieron ingresar a estos créditos”.
Entre los puntos positivos, Nieri destacó la portabilidad, por la cual el deudor va a poder pasar de un banco al otro y obtener mejores condiciones.
También apuntó a la posibilidad de vender un crédito con la hipoteca incluida, como así también la actualización del monto de intereses que se puede deducir del impuesto a las Ganancias, que ahora será de hasta tres salarios mínimos.
“Pero estas tres virtudes van a quedar en la nada por el artículo que suspende las acciones judiciales”, consideró el legislador mendocino.
Por su parte, el diputado de Evolución Radical Martín Tetaz (autor de una propuesta propia) señaló que no sería una buena decisión para una familia pasarse de una actualización por UVA a una por RIPTE.
“Yo no lo aconsejo, porque lo más probable en una perspectiva a 15, 20, 25 años, es que los salarios reales en promedio le ganen a la inflación. Pero es un seguro y es lógico que algunas familias opten por este camino”, indicó.
Asimismo, se pronunció a favor de la portabilidad porque “fomentará la competencia entre los bancos para captar una cartera de créditos que demostró ser extremadamente resiliente y de muy buena calidad”.
Tetaz enfatizó que “es imposible encontrar hoy una cartera de crédito en Argentina de la calidad de los créditos UVA, porque han demostrado que a pesar de la enorme crisis argentina, el 99% de los que tienen el crédito lo siguen pagando al día”.
“Hoy el crédito más barato del mercado sale tres veces lo que sale la cuota del crédito UVA”, remarcó.