El acuerdo de Alberto Fernández con el Fondo Monetario Internacional fue el punto de inflexión en el Gobierno para que se divida el Frente de Todos. Ahora, a poco de las elecciones 2023, la vicepresidenta Cristina Kirchner dio un discurso en la Plaza de Mayo para el recuerdo de la asunción de Néstor Kirchner al poder.
En ese sentido, el organismo internacional que le prestó el dinero al Gobierno de Mauricio Macri es el principal apuntado por la vicepresidenta. “El acuerdo que se firmó con el FMI es inflacionario, porque es una política enlatada, que se aplica como una receta monotemática a todos los países”, señaló la exmandataria en su penúltima aparición pública en La Plata.
La titular del Senado había advertido en aquella oportunidad que el FMI “fue el protagonista de los peores momentos que se vivieron en democracia en materia económica” y ponderó la figura de Néstor Kirchner quien le pagó al FMI después de las elecciones de 2003 y con el coletazo de la crisis de 2001 todavía a flor de piel.
El expresidente terminó de pagarle al FMI el 3 de enero 2006, en un contexto internacional muy favorable para la Argentina, en donde desde las reservas del Banco Central salieron cerca de 9.800 millones de dólares para terminar con la deuda que había con el organismo.
Aldo Abram, Director ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso, explicó en diálogo con Vía País cómo fueron las condiciones del acuerdo que tuvo Kirchner como también el contexto en el que se encontraba el país para afrontar las deudas que había con el ente financiero internacional.
“Hasta que decidió pagarle todo al Fondo Monetario Internacional, en realidad Néstor Kirchner venía cumpliendo con los pagos que correspondía dentro de un acuerdo. Esto hacía que el FMI no tuviera que ponerle condiciones, ya que se ponen solamente cuando el Fondo te da financiamiento”, explicó.
En ese sentido, la Argentina “venía de un proceso de rescisión muy fuerte” y comenzó con una recuperación a mediados del 2002, que continuó durante el gobierno de Néstor. “Ahí fue impulsado por la mejora de los precios internacionales de la Argentina. Nos encontramos con una recuperación de la economía fenomenal y por el impulso de un escenario sumamente favorable en el plano internacional”, señaló.
Otro de los temas que el kirchnerismo plantea actualmente, son los ajustes necesarios que pide el FMI a partir de las condiciones de financiamiento que le otorgó a Martín Guzmán, el exministro que firmó el entendimiento, poniendo el ejemplo de las políticas del 2003.
Sin embargo, Abram señaló que Roberto Lavagna, ministro de Economía de la gestión de Néstor, “no hacía ajustes porque tenían superávit primario, o sea, les ingresaba más rápido la plata de lo que podían gastar”.
Las relaciones del Gobierno con el FMI y un Banco Central con mejores condiciones
Una de las cualidades que marcaron el gobierno de Alberto Fernández fueron las relaciones que han mantenido con el directorio del Fondo para intentar alcanzar metas de acuerdos como también ahora se pone el foco en fortalecer las reservas del Banco Central.
En ese marco, Abram marcó que “en aquella época era manejado con menor criterio político de lo que ocurre hoy”. Justamente, el economista señaló que el préstamo del FMI fue “político” con “la voluntad de llegar a las elecciones para que vuelva a ganar el Gobierno de Macri y que tuviera condiciones para reformas estructurales”.
“El Fondo Monetario no quería llevar al Gobierno a una crisis, así que a partir de allí era cantado que iba a haber un acuerdo con condiciones mínimas como para que puedan firmar y aguantar hasta que venga un próximo mandato, que todo el mundo descuenta que va a ser de la oposición”, remarcó.
Para la época de Néstor Kirchner, según señala Abram, hubo un “Banco Central que estaba muy bien manejado” donde se acumularon muchas reservas. “Fue mala idea haber pagado esas divisas que lo que hacían era mantener baja la inflación y fortalecer las reservas, porque después tuvimos que recuperarlas y hubo que pagarlas con más emisión que generó un aumento de precios”, explicó.
Actualmente, la visión es bastante pesimista sobre las condiciones que puso el FMI a este gobierno. “No vamos a cumplir el acuerdo con el Fondo, porque es imposible. El cepo no hace otra cosa que perder reservas, las metas se van a volver a recalcular y todo lo que sea necesario. No hay ninguna forma de que este acuerdo se cumpla, aunque con algunas condiciones adicionales, van a girar las divisas para ayudar que este gobierno llegue sin un estallido a las elecciones”, completó el economista.