Alejandra “Locomotora” Oliveras continúa internada en estado delicado en Santa Fe tras sufrir un accidente cerebrovascular isquémico el pasado 14 de julio. La exboxeadora de 47 años fue sometida recientemente a una traqueotomía percutánea en el Hospital “Dr. José María Cullen”, procedimiento que se realizó “sin complicaciones”, según informaron las autoridades médicas del centro de salud.
El parte médico más reciente, difundido por el director del hospital, Dr. Bruno Moroni, detalla que la traqueotomía permitió reducir la sedación, lo que posibilita una evaluación neurológica más precisa. Oliveras permanece en asistencia mecánica respiratoria y presenta algunos signos de respuesta motora en el hemicuerpo derecho, aunque el pronóstico continúa siendo reservado.

El ACV, la demora en el tratamiento y la intervención de urgencia
El accidente cerebrovascular ocurrió mientras Oliveras dormía, lo que impidió recibir atención médica dentro de la llamada “ventana terapéutica” un lapso crítico de hasta cuatro horas desde el inicio de los síntomas, durante el cual los tratamientos tienen mayor eficacia. La paciente llegó al hospital fuera de ese periodo, lo que limitó las opciones médicas de intervención.
“Teníamos que hacer una angioplastía en el cuello y tratar de sacar los coágulos del cerebro; pero si pasaron las cuatro horas, se corre el riesgo de provocar una hemorragia”, explicó el Dr. Alejandro Musacchio (MP 5686), jefe del Servicio de Neurorradiología Intervencionista del Hospital Cullen, en declaraciones reproducidas por medios locales.
Luego de despertar con signos de déficit motor en el lado izquierdo del cuerpo, la exdeportista pidió ayuda a sus hijos. Fue llevada primero al hospital de Santo Tomé, donde reside su familia, y luego derivada al Cullen, donde permanece internada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
Evolución y cirugía cerebral
Los primeros estudios confirmaron que el cuadro se debió a la obstrucción de una arteria cerebral. Días después, se detectó un edema cerebral, motivo por el cual los médicos realizaron una craneotomía descompresiva el 16 de julio. “Se realizó para liberar presión en el cerebro y evitar que se afectaran otras zonas. La respuesta fue positiva”, detalló el Dr. Moroni.

Desde entonces, Oliveras permanece con monitoreo constante, sin señales de empeoramiento neurológico, aunque con persistente parálisis en el hemicuerpo izquierdo. Los médicos indicaron a la familia que el seguimiento es hora a hora y que podrían pasar hasta diez días para evaluar una posible mejoría. Por el momento, no se contempla su traslado a otro centro médico.
Apoyo familiar y pedido de respeto
El entorno de la exboxeadora pidió a la prensa y a la comunidad respeto y prudencia ante el delicado momento que atraviesa. Su madre y una de sus hijas permanecen junto a ella en el hospital, donde el acceso a la UTI está restringido únicamente a familiares autorizados.
En redes sociales y medios de comunicación santafesinos, allegados y seguidores manifestaron su apoyo y pidieron acompañar en silencio este proceso.
Desde el Frente de la Esperanza, espacio político del que Oliveras forma parte como convencional constituyente electa, expresaron estar “muy amargados” por la situación y remarcaron que el estado sigue siendo muy delicado. La Convención Constituyente de Santa Fe, en tanto, ratificó el rechazo a una impugnación en su contra y envió un mensaje de solidaridad.