Que las puertas cuestan un ojo de la cara no hay quién lo niegue, pero eso no es obstáculo ni excusa para estos cordobeses que encontraron la vuelta para superar el contratiempo que significa ver cómo entra en jaque el presupuesto a causa de los costos.
Aplicando además una regla de oro para los tiempos que corren, los muchachos pusieron en práctica las “R” de reutilizar y reciclar y recurrieron a la puerta de una vieja heladera, para “abrirse” a un nuevo mundo de posibilidades, por lo visto.
“La magia constructiva no tiene límites” explican en este video bien cordobés que ha comenzado a circular en las redes en las últimas horas.