Historias de superación, de no bajar los brazos y de cómo sobreponerse a las adversidades, por más duras que sean, siempre movilizan y son un ejemplo que inspiran a otras personas a seguir adelante. En esta oportunidad, la noticia motivo de orgullo es que la Selección Argentina de futbolistas amputados logró clasificarse al Mundial y representarán a la celeste y blanca en Turquía.
Es por ello que Vía País habló en exclusiva con Emanuel Ortiz Romero, uno de los jugadores destacados de la Selección que logró clasificarse para el próximo Mundial a disputarse en octubre en la ciudad de Estambul, en Turquía y que durará aproximadamente dos semanas.
Una historia de superación constante
Emanuel juega con la camiseta número 11, aunque este deporte, el fútbol adaptado, se disputa en canchas más reducidas, de siete jugadores (seis de campo más el arquero). Nos dice que es delantero, y ante la pregunta de Vía País de si es goleador o no, se ríe y comenta: “Intento serlo, esta eliminatoria estuve medio peleado con el arco”.
Al consultar si el seleccionado tiene algún apodo que lo distinga, como es el caso de Las Leonas, Los Murciélagos, entre otros, Emanuel comenta con gracias: “Nosotros nos decimos ‘vamos los rengos’, pero no tenemos un apodo en particular”.
Emanuel sufrió un accidente en el abril de 2012 y por ello tiene una amputación de la pierna derecha debajo de la rodilla: “Tuve un accidente de tránsito en Córdoba, un auto me choca y se da a la fuga. Me deja tirado en el piso con fractura expuesta de tibia y peroné, lo que me produjo una gangrena inmediata y a los siete y diez días posteriores, tuvieron que amputarme la pierna”.
Con una madures muy notable comenta que aquellos días fueron muy traumáticos: “Tenía 20 años recién cumplidos”. Sobre sus destrezas para el deporte, cuenta que antes del accidente ya se dedicaba de lleno al fútbol: “Yo jugaba en la liga cordobesa y mi sueño era jugar a la pelota de manera profesional”, dice con orgullo. Y después comenta: “Soy hincha de Talleres”.
El camino hasta la Selección Argentina de futbolistas amputados
“En el año 2012 y 2013 estaba haciendo fisioterapia, para adaptarme a la prótesis y allí conozco a un chico, vecino mío, que me lleva al estadio Mario Alberto Kempes, donde se estaba iniciando todo este proceso de futbolistas amputados”, relata sobre sus primeros contactos con la Selección.
“Ahí comienzo a conocer toda esta movida del fútbol adaptado, y a los dos o tres meses me llaman de la Selección con vistas a una Copa América que se disputaría en Brasil en el 2013″, continúa.
“Desde que yo estoy, ya jugué dos mundiales, este si Dios quiere, sería el tercero”, dice con cierta ansiedad. Por lo general, las listas de cada selección las componen entre 15 y 16 jugadores, tres arqueros y 12 o 13 futbolistas de campo: “La lista se va a dar el mes que viene, en el próximo entrenamiento”, nos informa Emanuel.
Cómo se juega en el fútbol de amputados
Este deporte se juega con dos bastones canadienses, sin prótesis de pierna: “Una adaptación muy importante que debí hacer es empezar a ser más hábil con mi pierna izquierda (él antes del accidente era diestro), para empezar a pegarle mejor a la pelota”, relata.
Respecto de los bastones canadienses, estos son de acero o aluminio, por lo que el deporte requiere mucha lealtad para evitar golpes que puedan dañar la integridad de los compañeros y rivales: “De por sí es muy leal el juego, evitamos los roces”, confiesa.
Respecto de los partidos, los mismos tienen una duración de dos tiempos de 25 minutos y las medidas de la cancha son 40 metros por 60, con un tipo de césped que puede ser natural o sintético: “Aún no sabemos qué tipo de campos de juego nos van a tocar en Estambul”, refiere.
Y aclara una regla fundamental de este deporte adaptado: “Todos los arqueros que jueguen este deporte tienen que ser amputados de una mano o un brazo y a los jugadores de campo les debe faltar una pierna o un pie”.
Aunque reconoce que muchas reglas aún quedan por definir: “Esto va creciendo a partir de cada Mundial”, cuenta y agrega: “Si hay que corregir reglas, se corrigen sobre la marcha”.
La clasificación al Mundial de la Selección Argentina de amputados
Sobre las eliminatorias sudamericanas, nos comenta que cada vez se están volviendo más competitivas, con más Selecciones que pugnan por un lugar en el Mundial. Cabe destacar que actualmente se están jugando todas las eliminatorias, pero Argentina ya se ganó un pasaje al torneo.
“Argentina organizó un Mundial en el 2010, y salió subcampeón, luego se disputó en 2012 en Rusia, y ya en 2014 y 2018 viajé siendo parte del equipo en esos dos últimos Mundiales que se disputaron en México”.
Estrictamente, sobre las eliminatorias, Emanuel contó a Vía País que anteriormente solo las Selecciones de Argentina, Brasil y Colombia tenían habilitados sus equipos de futbolistas amputados, “por lo que clasificábamos directamente al Mundial”.
Pero en la actualidad, con la sumatoria de las Selecciones chilena, uruguaya, peruana y ecuatoriana, la competición se tornó mucho más compleja y allí radica el mérito de los jugadores argentinos de haber podido lograr la gesta de ir al Mundial.
“Nos sorprendió el nivel de la Selección uruguaya y chilena, aunque esta última quedó fuera del Mundial”, explica a Vía País sobre el nivel de juego mostrado.
Los “cucos” del Mundial: a pesar del nivel de Argentina, no tiene apoyo económico
Argentina podría decirse que iría como candidato, pero “nos falta el apoyo económico para poder ser profesionales”, dice Emanuel.
Y es que los jugadores argentinos son amateurs, dado que no viven de este deporte y deben invertir sus tiempos en realizar otras actividades laborales para poder vivir: “La diferencia con los europeos es que ellos sí son profesionales, y ahí nos sacan ventajas”, relata.
“Turquía y Polonia ‘vuelan’”, en referencia a las aptitudes de los jugadores europeos. “Clasificar en tercero o cuarto lugar sería para Argentina hacer un buen Mundial”.
Representan a Argentina, pero deben trabajar de otra cosa para poder vivir
Emanuel es técnico en refrigeración y se dedica a su emprendimiento, invirtiendo entre 12 a 13 horas diarias de trabajo: “A veces me queda el sábado o el domingo libre, pero termino tan cansado de la semana que no tengo energía para entrenar”.
Y puntualmente sobre si les pagan o no por jugar, Emanuel explica que no reciben dinero alguno por representar a la Argentina a nivel internacional: “Lo más difícil es conseguir el dinero para poder viajar, y a veces lo ponemos de nuestro bolsillo”.
El propio Emanuel comenta que, en su caso particular, tuvo que trabajar hasta en tres empleos para poder viajar a los Mundiales anteriores.
Cabe destacar que la Selección Argentina está afiliada a la Federación Argentina de Futbolistas Amputados (FAFA), pero esta organización no les ofrece ningún tipo de ventajas a la hora de la logística y tampoco dinero.
“No nos queda otra que ganarnos la moneda como podemos”, comenta. Hoy Emanuel vive en Córdoba junto con su novia, y ambos alquilan, por lo que deben juntar mes a mes, el dinero para la renta y sus gastos cotidianos.
Ante la pregunta de qué es lo que más le gustaría que sucediese con la Selección Argentina de futbolistas amputados, él comenta: “Sería genial que esto de la selección de fútbol de amputados se difunda, y dejar el mensaje que ‘sí se puede’”. Ese es uno de sus sueños con este deporte. El otro, por supuesto, salir campeón del Mundo con la Argentina.
Pero para finalizar, Emanuel deja un mensaje de agradecimiento a quienes se acercaron al deporte y les brindaron su apoyo: “Le quiero agradecer a la municipalidad de Allende porque nos dio una mano muy grande y a la gente que nos apoya día a día”.
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