Una cocinera auxiliar de la escuela Julio Argentino Roca de San Francisco le salvó la vida a un niño de cuatro años que se atragantó con un cierre. La mujer pertenece al personal que prepara las comidas del Programa de Asistencia Integral de Córdoba (PAICor).
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Adriana Almada se encontraba sirviendo las porciones de comida cuando uno de los nenes de jardín se descompensó frente suyo. “En un momento, Jordán gira la cabecita, me mira y se va para atrás, cayendo al piso y golpeando su cabeza. Ya estaba desvanecido cuando cayó al suelo”, narró en diálogo con El Periódico.
En ese instante, la mujer y la directora del colegio lo llevaron afuera para que tomara aire pero no reaccionaba. “Marcela (por la directora) me dijo que le haga RCP así que lo levanté, lo paré al frente mío y le empecé a aplicar las maniobras de Heimlich”, contó Almada. Y continuó: “Le hice seis comprensiones abdominales y en la última expulsó un objeto que me llamó la atención porque era brilloso”.
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“Cuando el chico expulsa el objeto, aflojó su cuerpito y pegó un grito de llanto. Ahí me volvió el alma al cuerpo”, narró claramente emocionada. Y explicó que lo que se había tragado el nene era el cierre de la campera que tenía puesta.
Preparación previa
Adriana Almada reveló que conocía las diferentes maniobras y movimientos gracias a que hace algunos años realizó un curso de primeros auxilios. Según sostuvo, se capacitó en Asociación Civil Kevin RCP de San Francisco con el objetivo de estar preparada ante un evento similar con alguno de sus dos hijos, pero nunca pensó que debería utilizar lo aprendido en su lugar de trabajo.