La multitudinaria movilización contra la violencia de género en Córdoba, a ocho años del “primer grito” de Ni Una Menos en Argentina, fue encabezada por Mercedes Martínez, la mamá de Milagros Bottone. Se trata de la joven estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y preceptora del Colegio Nacional de Monserrat, asesinada por su padre, Ricardo Bottone.
El caso estremeció a la sociedad y generó fuertes críticas por la falta de una respuesta judicial adecuada, tras varias denuncias y violaciones constantes de la restricción de acercamiento de quien luego fue el victimario.
Precisamente, se destacaron en la movilización los estudiantes de Derecho y estudiantes y docentes y no docentes del Monserrat. También se vieron nutridas filas de autoconvocados, sin ninguna bandera ni columna, y grupos más organizados, como los que integran los partidos políticos y centros de estudiantes universitarios.
LOS RECLAMOS EN CÓRDOBA EN LA MARCHA NI UNA MENOS
Están presentes estudiantes de la Facultad de Comunicación, compañeros de Nair, una joven que fue asesinada por su novio en Salta, que estudiaba en Córdoba. Ni Una Menos desplegó una bandera de 8 metros, con los nombres de las víctimas de femicidio desde 2015 hasta hoy en Córdoba.
Grupos trans se plegaron a la movilización con reclamos particulares: que se esclarezcan casos de desapariciones y que se avance en la aplicación de cupos laborales. Hay mujeres que asistieron con niños y también se ven hombres, acompañando la marcha, y en familia, con sus parejas e hijos.