A 27 años de aquella definición que paralizó Córdoba entre Talleres y Belgrano, la llamada “final del siglo” en la cual el Albiazul ascendió a Primera en 1988; uno de los protagonistas subrayó: “No la cambio por nada, ni por ganar un Mundial”.
Daniel Albornos, la “Chanchita”, fue figura de ese Talleres. Autor del gol en el segundo cruce, y rememoró: “Es una fecha histórica para todos los hinchas, y para nosotros que salimos del club y nos tocó de jóvenes vivir ese momento y disfrutar”.
En una entrevista con Tercer Tiempo, por Radio Sucesos, resaltó: “Fue impactante saber que ese día hicimos a mucha gente feliz... No se compara lo que vivimos y creo que nunca más se volverá a dar una final como esa. No lo cambio por nada a eso, ni ganar un Mundial“.

GOL Y FESTEJO CONTRA BELGRANO
“Repasando mi carrera, hice goles en todas las finales que jugué. Después no hacía más goles", recordó entre risas la “Chanchita” Albornos. En el partido decisivo abrió el marcador, y encaminó a Talleres rumbo al ascenso, más allá de que Belgrano remontó y forzó los penales. Pero era para festejarlo así, con baile de cuarteto...

“Ese festejo con Diego (Garay) salió espontáneamente, no estaba armado, y quedó... Le tengo un gran respeto a muchos jugadores de Belgrano. Al Chiche Sosa, al Luifa Artime... Hice una gran amistad con la mayoría de ellos. Fuimos rivales en 90 minutos, sólo eso", enfatizó.
Posterior a aquella final, y cuando Gregorio Ledesma era presidente de Belgrano, estuvo cerca de ficharlo como refuerzo Celeste. “Me habló ‘Chichí’ pero mi papá nunca quiso, y no le podía hacer eso a mi viejo, que es tan fanático de Talleres”, esgrimió.
POR QUÉ NO VOLVIÓ A TALLERES
Daniel Albornos se desempeña desde fines de 2024 como Director Deportivo de divisiones formativas en el club San Miguel, donde volvió como DT Gustavo Coleoni.

En Talleres fue técnico en las Inferiores y dirigió a un equipo que dio que hablar en la Primera Local, con nombres que trascendieron, caso Cristian Pavón, Victorio Ramis y Emanuel Reynoso. Pero no regresó al club de barrio Jardín.
“El fútbol es un terremoto. Hoy estás acá, mañana allá, hoy te llenan de prestigio y después estas bajo tierra. Algún dia me volveré a cruzar en el camino de Talleres. Ojalá pueda volver al club que amo, pero Talleres no tiene la obligación de darme trabajo por el solo hecho de haber jugado allí“, puntualizó.