Sin margen de error, Instituto enfrentaba a Quimsa para igualar la serie final de la Liga Nacional, en la que estaba abajo por 2 a 1. Y en una cierre dramático y con suplementario, se impuso por 96 a 91 en el otra vez colmado Ángel Sandrín. Este lunes a las 22 se define todo en Santiago y habrá nuevo campeón.
El primer cuarto de Instituto fue arrollador, y lo terminó con un aplastante 30-11. En el segundo cuarto, la visita reaccionó y en el arranque metió un parcial de 12-1, más puntos que en el primer segmento. Y se fue al descanso acortando la brecha a seis puntos, 44 a 38.
El tercer y cuarto parcial fue palo y palo, con sucesivos empates y una paridad que no se rompió hasta el cierre del tiempo reglamentario. Con una prórroga que le añadió dramatismo a un Sandrín en vilo desde el inicio.
Y con ese clima de tensión, de final, el equipo de Lucas Victoriano sacó una luz que sería decisiva, más allá de que Franco Barralle tuvo en sus manos lo que podría haber sido la bola del partido para la visita.
La derrota del pasado martes en Alta Córdoba, con un contundente 91-70, despojó a la Gloria de la ventaja que había conseguido al robar un partido en Santiago. Pero sigue en pie y va con toda la fe a Santiago por su primer título liguero.