Es completamente distinto a lo que imaginó Silvio Romero para su promocionado regreso a Instituto, el club en el que saltó a la consideración general. Entre fines de 2023 y comienzo de este año, se materializó el regreso después después de 13 años de haber debutado con la casaca Albirroja. Sin embargo, no encontró titularidad, en las últimas fechas casi no fue tenido en cuenta y el sábado pasado, ni siquiera concentró.
Cuando apareció la lista para recibir a Rosario Central se notó su ausencia. No había viajado a La Plata para el compromiso con Estudiantes por un dolor intercostal, pero el sábado y a la pasada, cuando ingresaba a la tribuna para ver el partido, comentó que estaba recuperado.
De hecho, en el parte médico oficial establecían que el único lesionado es Lucas Rodríguez, el lateral que se recupera de una lesión muscular. Entonces, la no inclusión del Chino entre los concetrados obedece a una decisión meramente táctica.
POCO LUGAR EN INSTITUTO
Más allá de su peso específico como figura, y su relevancia dentro del plantel por su compromiso e identificación con el club, el Chino Romero nunca se afianzó como titular. Incluso, hasta entra poco desde el banco.
Sabido es que Diego Dabove no se casa con nadie, y que juega el que mejor está, según su visión. La prueba más reciente es que salió del equipo Gastón Lodico, titular infaltable en 76 partidos consecutivos, desde que llegó como refuerzo.
Sin embargo, cuesta creer que el nivel de Romero esté tan por debajo de dos delanteros que en todo el torneo no lograron afianzarse entre los titulares, como son Facundo Suárez e Ignacio Russo. Sorprende a propios y extraños, aunque algunos obervadores encuentran similitud con lo que ocurre con Matías Suárez en Belgrano. Y aducen que se trata de dos figuras que transitan hacia el ocaso.
QUÉ PASARÁ CON ROMERO EN INSTITUTO
A este ritmo y con 36 años, con un contrato oneroso de por medio y sin goles anotados, el futuro de Silvio Romero es cada vez más difuso. Ya le tocó irse a Guido Mainero, otro jugador querido por el público Albirrojo, aunque no a la escala del Chino, como quedó demostrado en el afecto de la gente al verlo llegar al estadio el sábado, como un hincha más.
El propio Mainero reconoció que tal vez le jugó una mala pasada su ansiedad por querer darlo todo por Instituto desde al primera jugada. Perdió lugar, Dabove no lo tuvo en cuenta y debió emigrar. Lo curioso es que apenas se sumó a Platense, se convirtió en figura.
En mayo pasado, antes del receso por Copa América, Romero admitió: “No estoy enojado pero esto no es lo que esperaba”. ¿Habrá oportunidades de aquí a fin de año para el delantero? Parece difícil que eso ocurra y que pueda revertir la situación.