“Teníamos pendiente ganarle a Boca de local. Y había un poco de bronca por cómo terminamos sufriendo un partido que era para liquidarlo desde antes porque contamos con varias situaciones”. El resumen de Guido Herrera por el festejado 2 a 1 sobre el Xeneize por Liga Profesional.
El arquero se convirtió en figura por la atajada en los últimos minutos, cuando Boca fue a quemar las naves y por el empate, después de que Talleres dominara casi a voluntad en 80 minutos del juego. “El primer tiempo ellos casi no patearon al arco, después de la expulsión (de Sebastián Villa) nos relajamos y erramos lo que tuvimos”, explicó Herrera en TNT Sports.
La atajada salvadora fue a dos minutos del final, ante un cabezazo de Nicolás Figal y en un descuido de la defensa Albiazul en un córner. Y Herrera tuvo una respuesta tan contundente como dentro de la cancha: “No tenía que entrar”.
Y amplió: “Si entraba nos iba a molestar mucho. La bronca está, pero en un rato seguro vuelve la felicidad porque fue un triunfazo. Ante estos rivales hay que hacerle más goles porque en cualquier momento te lo pueden empatar. Será una enseñanza”.
Y completó: “Por un momento nos desentendimos y no podemos sacar el pie del acelerador con estos rivales. La autocrítica fue rápida. Talleres fue muy superior, más allá del descuento de ellos”.