Como en cada 19 de junio, a Renato Riggio le explota el teléfono, como el mismo describe, por la cantidad de mensajes recibidos por el Día del Hincha de Instituto. Es que en esa fecha, primero en 1999, y también en 2004, la Gloria obtuvo sus ascensos a Primera División.
El Tano fue el autor del Gol de Oro, para la definición en el dramático suplementario con Almagro en el viejo Chateau Carreras. Y se instaló en los corazones Albirrojos. Porque además se volvió hincha, de ir a la tribuna y cantar por la Gloria.
“Me cambió la vida jugar en un club único, por la devoción a sus jugadores”, aseguró el Tano en Tercer Tiempo, por Radio Mitre Córdoba. Recordó el pase de Santiago Raymonda para el gol ante Almagro, que significó el ascenso, a compañeros como el Kili Adrián Peralta, la Pepa Adrián Biasotto y el tucumano Ramón Galarza, entre otros. Y a los arqueros...
“Estaba Mauricio (Caranta), en un alto nivel. Me dio pena que no le fuera bien en su experiencia como técnico del equipo, no es fácil y menos en un torneo como la B Nacional. Y en aquel ascenso su nivel era tremendo. Estaba el Loco Carranza como suplente y era joven, y quería atajar, pero y le decía ‘cómo va a salir un crack como Mauricio’. Hoy el Loco tiene un nivel altísimo también”.
Y reveló uno de los secretos de aquella campaña para el recuerdo en 2004, de la mano de Héctor Rivoira, un prócer en Alta Córdoba. “El Chulo nos devolvió la confianza, uno de los mejores técnicos de la divisional”, enfatizó el ex volante. Artífice de aquel ascenso.