La industria del espectáculo es una de las más golpeadas por la cuarentena y todavía no tiene un atisbo de reactivación, ni siquiera con los tan mentados “protocolos”, como en el caso de teatros y cines, que están cerrados desde el 13 de marzo por un decreto del Gobierno Provincial y desde el 20 de marzo, por orden del gobierno central.
En ese rubro, un emblema del centro cordobés como el complejo de cines Gran Rex está contra las cuerdas, atravesando una situación que, sin exagerar, lo empuja a desaparecer, tras varias décadas pasando cine, desde su apertura en 1949.
Del temido cierre habla Rosario de Porras, con Vía Córdoba: “hemos presentado seis protocolos desde mayo y nunca han contestado, no han dado ni una respuesta”, dice al tiempo que pone la fecha límite del 20 de diciembre como el día que podría marcar el final del Gran Rex, empresa de la que ella y su familia se hicieron cargo en 1998.
Son en total 45 personas las que trabajan de manera directa y que podrían perder su fuente de trabajo por un escenario que comenzó el 13 de marzo, cuando un decreto provincial los obligó a cerrar y así cumplirán nueve meses sin poder abrir.
“No hay forma de seguir manteniendo semejante mole, semejante capital, todos saben que somos una empresa familiar y estamos cansados de que nos pateen la apertura para un día, para otro”, protestó y añadió que “ayer teníamos una reuníon con el secretario de Gobierno municipla, Miguel Siciliano, pero nos avisaron por Whatsapp que no nos podía atender”, contó.