Durante la pandemia, el Gobierno Nacional lanzó el IFE, una asistencia económica que intentó paliar el parate en la economía a raíz de la estricta cuarentena. En este sentido, un grupo de amigos de Córdoba cobraron el ingreso y emprendieron un negocio. El local creció a pasos agigantados hasta llegar a tener su propio galpón y máquinas de producción.
“Distribuidora Lyra” tiene detrás a 12 amigos, que decidieron invertir el IFE y otros ahorros en la producción de pizarras. El negocio no sólo logró subsistir sino que creció, se mudaron de locación y hasta incrementaron la oferta de productos.
“Es impresionante lo que crecimos, parece como un sueño. De las pizarras de tiza pasamos a pizarras para fibrón. Pero el gran salto fue aprovechar que nuestros clientes eran librerías, para fabricar exhibidores de cartulinas y papeles de regalo. Ahí fue como un boom”, cuentan los dueños del local a Expresión Norte.
El incremento en la demanda les permitió mudarse de la casa, donde comenzaron a armar pizarras infantiles, a un galpón en barrio Marqués de Sobremonte donde también pudieron ubicar las máquinas nuevas para la producción.
“Nos empezaron a pedir cada vez más y no había forma de seguir en la casa donde arrancamos. No entraban las maderas, el ruido era demasiado para los vecinos y los habitantes de la casa. Así que alquilamos un galpón”, recuerdan.
Actualmente, los jóvenes comercializan pizarras de tiza, de fibrón, carteles publicitarios para negocios y cartulineros en cuatro tamaños distintos. Si bien tienen un nicho claro, las librerías, el grupo apunta a aumentar sus clientes y seguir con este sueño que comenzó en una época tan difícil.