La antigua casa ubicada en Isabel La Católica 664, de barrio Alta Córdoba, dejó su estado de abandono y se convirtió en un bar temático. A partir del 17 de octubre del año pasado, el lugar pasó a llamarse “Perón Perón” y ofrece menús tradicionales con nombres muy ingeniosos.
La casona data de 1927 y sus dueños vivían en Alemania. Daniel Narezo logró localizarlos y pudo adquirir la construcción. Según contó a los medios, hace 10 años que soñaba con abrir un “Perón Perón” en Córdoba; locales que ya están en Palermo Hollywood y en San Telmo.
CÓMO ES EL BAR PERÓN PERÓN QUE FUNCIONA EN CÓRDOBA
Al igual que la Casa Rosada, el bar tiene su mismo color y en el ingreso, expone la frase “Todos unidos triunfaremos” con el fondo de la bandera argentina. Las paredes muestran fotos de Perón y de Evita, del Gauchito Gil y San Cayetano.
Adentrándose al local, se ve un afiche de la fórmula Cafiero-De la Sota y una moto Puma de la industria cordobesa. También hay merchandising: mates, tazas y otros elementos con referencia al líder histórico del peronismo.
En una de sus paredes, se destaca la imagen de Hebe de Bonafini y otras referencias a las Abuelas de Plaza de Mayo. Agustín Tosco, Obregón Cano, Maradona, Néstor Kirchner, el Descamisado, Charly García, el Indio Solari, Leonardo Favio, Tita Merello, completan las figuras presentes en los murales.
UN MENÚ MUY INGENIOSO EN PERÓN PERÓN
En diálogo con La Voz, Narezo aseguró que se ofrece comida tradicional con un menú de nombres muy ingenioso. “Panqueques Cobos”, tabla de fiambres “Pedro Eugenio”, “flan quinquenal”, la “parrilla al parquet”, serán algunas de las propuestas. También estará “El elegido del general”, que es el pastel de papas.
El local tendrá la “Hora de los pueblos” donde sonará la marcha peronista, aunque el tema se escuchará en todo momento.
“La idea del Perón Perón es bajar línea política a través de un concepto peronista que es muy importante, que es el goce. Porque el peronismo es el goce, la felicidad del pueblo. Y en un bar hay felicidad del pueblo”, dijo el dueño en diálogo con La Nueva Mañana.
