“Ya se veía un Instituto con esta forma de jugar. Recuerdo una derrota en Mendoza donde salimos a atacar y la pelota no quiso entrar. Después del clásico se marcó más. Este equipo hace rato que viene jugando con este instinto de presionar, de ser protagonista. Estos son partidos para trabajar hasta el mínimo detalle y valoro la audacia de salir a buscar”.
Así analizó Lucas Bovaglio la victoria de Instituto 1 a 0 sobre Temperley, para ser el único escolta del Belgrano campeón, y acceder a ese segundo puesto en el torneo que adjudica ventajas en el Reducido por el segundo ascenso.
“Es una victoria que sabíamos que sería difícil de conseguir. Iba a ser distinto a los anteriores. Temperley no iba a regalar espacios y estuvieron ordenados. Tuvimos situaciones y no pudimos hacer ese segundo gol que diera tranquilidad. Fuimos superiores en los 90 minutos”, añadió el DT Albirrojo.
“Se termina abriendo en una pelota parada. Le había dicho a los chicos en la previa que la gestación hoy iba a estar difícil. En el segundo tiempo tuvimos buenos pasajes. Al final nos tuvimos que hacer duros para cerrar el triunfo”, asumió.
La mira en el Reducido
- “Les dije a los jugadores en el entretiempo que por lo duro del rival este podría ser un partido de Reducido. Estos partidos hay que ganarlos. Siento que hoy el equipo dijo presente y lo ganó. Estos partidos necesitan de hombres y los tuvimos. Nos quedan dos partidos más y hay que seguir por este camino”.
- “La paciencia tenía que ser nuestra aliada. Si jugábamos apurados íbamos a equivocar los caminos. Por momentos lo hicimos bien y en otros nos equivocamos. Pero se jugó con el nivel de concentración e intensidad que se necesitaba. Hoy brillar no interesaba. Había que ganar y lo hicimos”.
- “No nos tenemos que desviar del camino ni pensar que la tarea está hecha. Todo lo contrario. Queda lo más importante. El grupo está alineado. Hay una ilusión y un compromiso enorme. Además una comunión con el hincha que quiere ver a Instituto en Primera”.