El pasado fin de semana, una familia sufrió un asalto comando en su vivienda de Colonia Caroya. Uno de los delincuentes se hizo pasar por policía, logró ingresar a la casa y llevarse casi un millón de pesos. Tras investigaciones, descubrieron que una de las armas utilizadas pertenece a la fuerza policial de Córdoba.
El caso generó consternación en la zona, ya que los ladrones -que habrían sido cinco- secuestraron al dueño de casa para que los guía hasta su empresa familiar y les entregue el dinero. La investigación intenta dar con la banda, que hasta el momento sólo dejó abandonada una camioneta y el arma en cuestión.
Según precisó La Voz, se trataría de una pistola Bersa Thunder Pro, que fue abandonada por los delincuentes junto con prendas dentro de una camioneta Volkswagen Amarok, que también había sido robada anteriormente.
Al respecto, la Departamental Colón de Policía precisó que el arma había sido sustraída el pasado 14 de febrero a un efectivo policial.
El hallazgo se logró gracias al sistema GPS de uno de los celulares de las víctimas. Todo estaba en la Amarok que, a su vez, fue hallada cerca del peaje en Variante Juárez Celman. En el rodado había un bolso con prendas de vestir y dos armas cortas.
Ahora, la causa cambiará de fiscal y pasará a manos de Ernesto de Aragón, en Capital, quien investiga a bandas “mixtas”.