La empresa Petroquímica Río Tercero atraviesa una prolongada parálisis que cumple 100 días. La fábrica, que ya lleva tres meses sin producir, mantiene una disputa abierta tras el despido de 124 empleados en el mes de julio pasado.
Esta situación se suma al cese de 125 trabajadores efectuado en octubre del año pasado, cuando se cerró la unidad de TDI (diisocianato de tolueno). Actualmente, quedan alrededor de 100 personas con puestos directos en el sitio, una reducción drástica desde los 375 que componían la nómina hace 12 meses. La empresa argumenta que requiere menos personal al haber desactivado la línea petroquímica, buscando solo mantener la producción de PAC, cloro y soda cáustica.
Cómo sigue la situación en la Petroquímica Río Tercero
La negociación sobre la reincorporación de los operarios es el punto principal a resolver. La firma propuso sumar nuevamente a 16 de los 124 despedidos, mientras que el gremio de los químicos exigió 25 afiliados. Lucas Felici, referente de la organización sindical, aseguró que ofrecieron “total voluntad” en el marco del procedimiento preventivo de crisis. Este diálogo incluye alternativas como la suspensión temporal de aportes jubilatorios y propuestas vinculadas al transporte o al comedor, cuyo cierre es otro ajuste pretendido por la compañía para reducir “una erogación importante”. La industria advirtió que, si la actividad no se reactiva pronto, podría implementarse un cierre total de las instalaciones.
En medio de esta profunda crisis, la ciudad de Río Tercero se conmovió por el fallecimiento de Elías Casu, el jefe de recursos humanos de la empresa. Su cuerpo fue encontrado sin vida en agosto de 2025. Casu se encontraba en el centro de las gestiones y el diálogo con los trabajadores afectados por los despidos. La investigación sobre su deceso se encuentra bajo secreto de sumario, caratulada como “muerte de etiología dudosa” por la Justicia.