Con el colmado Kempes todavía sacudido por el 2-2 chileno y Talleres sin reaccionar, al final del partido casi viene lo peor, porque Palestino estuvo muy cerca de llevarse todo para la revancha en Santiago, por el pase a la fase de grupos de Copa Libertadores.
En una de las últimas, Rezende quedó mano a mano con Herrera y el arquero Albiazul logró amortiguar el remate, para que después despeje Komar.
Antes, Talleres había generado algunas situaciones como el remate de Palacios que desvió González. Pero el equipo de Vojvoda nunca se sobrepuso del 2-2, jugó un mal segundo tiempo y ahora está obligado a ganar la revancha para avanzar en la Copa.