Sin dudas, Pablo El Cholo Guiñazú, el mediocampista de Talleres, dejó una huella imborrable en su paso por Brasil, fundamentalmente en el Inter de Porto Alegre.
Y, en ese marco, miles de hinchas de ese club lo idolatran y no se olvidan de su entrega, su juego y lo que dio por los colores del equipo.
Por eso, no es de extrañar que en el estadio Morumbí, entre los hinchas de Talleres, se colaran para ver la revancha contra San Pablo y alentando al Matador, a dos fanáticos del Inter y del Cholo.
Se llaman Bruno y Carlos, son padre e hijo, y llevaron remeras firmadas por Guiñazú.
Mirá cómo contaron su devoción por este jugador.