Talleres y un partido olvidable ante Aldosivi

La T no jugó bien pero, a pesar de todo, sus hinchas despidieron al equipo con más aliento que preocupación luego del empate ante el Tiburón marplatense.

Talleres y un partido olvidable ante Aldosivi
Nahuel Bustos no estuvo fino y perdió casi siempre

Los viernes son días difíciles para el fútbol. Para el hincha que tiene que apurar su salida del laburo, buscar a la familia, irse hasta el estadio y alentar al equipo, hacer el aguante en la tribuna puede transformarse en una odisea importante. Pero a los 25 mil fanas de Talleres que se llegaron al Kempes no les importó y se hicieron presentes.

Pero el calor del día pareció afectar al desarrollo del partido y, desde afuera, las gargantas de la hinchada intentó darle un poco de aliento a los jugadores. Pero no fue posible porque Talleres no pudo con un inteligente Aldosivi que, inclusive casi le gana el partido.

El equipo dirigido por Juan Pablo Vojvoda intentó adueñarse de la pelota desde el comienzo pero nunca tuvo claridad para inquietar a Fabián Assman, el arquero visitante. Es más, fue el Tiburón marplatense el que tuvo mejores chances de irse arriba del marcador en el primer tiempo,

Sin que aparezcan Maroni, Soñora y Ramírez, los tres más talentosos de la T, Valoyes y Bustos no podían generar nada ante la segura defensa rival. El colombiano se sintió de una lesión y tuvo que salir promediando la primera etapa- Pero, a pesar de las ganas, el pibe Lautaro Guzmán no pudo acompañar a Bustos.

En el segundo tiempo, por lo menos, los hinchas albiazules vieron a un equipo con más enjundia. Sin fútbol pero con mucha actitud, Talleres pudo acercarse más al área rival. Sin mucha claridad, el equipo local empezó a desdibujarse nuevamente. Y Aldosivi casi aprovecha un par de contras que pudieron darle un premio quizá inmerecido.

El final del juego llegó sin pena ni gloria ni para la T ni para los marplatenses que atesoraron el punto y se fueron conformes. Algunos de los 25 mil hinchas albiazules cuestionaron al equipo pero el grueso de la gente reconoció el esfuerzo pero, si no se mejora en el juego, ese aliento incondicional se contagiará de la mala onda de la falta de rendimiendo y de resultados.